El Gobierno aprueba el envío de 1.300 soldados a Irak

El despliegue se iniciará de inmediato, estará operativo a principios de septiembre, y tendrá una duración "ampliable" de seis meses

El Consejo de Ministros ha aprobado hoy el despliegue de 1.300 militares en el centro-sur de Irak, donde permanecerán hasta el 30 de diciembre. Las tropas españolas, que formarán parte de una brigada hispanoamericana, participarán en las labores de mantenimiento de la paz en una zona "relativamente segura", según ha manifestado el ministro de Defensa, Federico Trillo.

El Gobierno ya aprobó a finales de marzo la participación de un contingente militar español en labores humanitarias tras la guerra de Irak. En esa ocasión, el despliegue afectaba a 1.100 efectivos (cifra elevada a 1.500 en...

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El Consejo de Ministros ha aprobado hoy el despliegue de 1.300 militares en el centro-sur de Irak, donde permanecerán hasta el 30 de diciembre. Las tropas españolas, que formarán parte de una brigada hispanoamericana, participarán en las labores de mantenimiento de la paz en una zona "relativamente segura", según ha manifestado el ministro de Defensa, Federico Trillo.

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El Gobierno ya aprobó a finales de marzo la participación de un contingente militar español en labores humanitarias tras la guerra de Irak. En esa ocasión, el despliegue afectaba a 1.100 efectivos (cifra elevada a 1.500 en abril) por un lazo de tres meses, que expiró el 21 de junio. El nuevo plazo, hasta final de año, es "ampliable, como en todas las misiones de paz", según ha señalado el director general de Política de Defensa, Rafael Lorenzo.

Los soldados pasarán en Irak turnos de cuatro meses, menos tiempo de lo habitual, debido a la dureza de la misión y a la necesidad de evitar los permisos de 15 días que conllevan los turnos de seis meses con el consiguiente traslado de los soldados a territorio nacional.

Bajo autoridad de EE UU

Como ha destacado Trillo, el acuerdo se basa en la resolución 1483, aprobada el pasado 22 de mayo por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Dicha resolución reserva a Estados Unidos y el Reino Unido la condición de "potencias ocupantes"", pero prevé la posibilidad de que otros países contribuyan "a la estabilidad y seguridad de Irak mediante la aportación de personal, equipo y otros recursos bajo la Autoridad", que ostentan en exclusiva EE UU y el Reino Unido.

La ONU sólo ha reconocido a EE UU y el Reino Unido como "potencias ocupantes", con "a autoridad, la responsabilidad y las obligaciones" que les corresponden "en virtud del derecho internacional". Pero ha tomado nota de que "otros Estados, que no son potencias ocupantes, están trabajando actualmente, o quizás lo hagan en el futuro, bajo la Autoridad" de ambas potencias. Es en este último apartado en el que se situará la colaboración española.

Eso significa, según fuentes jurídicas, que las tropas españolas, aunque se encuadrarán en la división polaca, dependerán legalmente del jefe del mando de EE UU, el general John Abizaid. Los españoles deberán, por ejemplo, entregar a los iraquíes detenidos al mando anglo-estadounidense, único legitimado para hacer prisioneros. La brigada hispanoamericana estará al mando del general español Alfredo Cardona Torres, jefe del mando de operaciones especiales de Alicante.

"Altísimo riesgo"

El traslado del material que precisarán los militares y guardias civiles que componen la misión comenzará a realizarse mañana por barco, un viaje que dura tres semanas. Los efectivos se trasladarán en la segunda quincena de julio a Kuwait, desde dónde pasarán al país vecino, en aviones españoles y estadounidenses. El despliegue deberá estar completado, según Trillo, el "15 o 20 de agosto", y será "plenamente operativo" a principios de septiembre. En cualquier caso, Trillo ha solicitado comparecer la semana que viene ante la comisión de Defensa del Congreso de los Diputados para explicar los detalles de la misión.

La decisión del Gobierno ha suscitado el rechazo del PSOE, que considera que existe"un altísimo riesgo" de que las tropas españolas se vean envueltas en enfrentamientos con la población iraquí. Los socialistas creen que el objetivo de la misión no es otro que "proteger los intereses" del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, según ha dejado claro hoy su portavoz en el Congreo, Jesús Caldera.

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