La habilidad lectora de los niños cae en Madrid, Cataluña y Castilla y León más que en el conjunto de España
El alumnado catalán pierde 17 puntos y queda cerca de los resultados de Melilla. Madrid pierde 10 puntos, y Castilla y León, 8. Andalucía retrocede siete puntos, el mismo descenso que experimenta el promedio español
El nivel lector de los niños de cuarto de primaria, de 9 y 10 años, medido en la evaluación internacional PIRLS ha retrocedido en España siete puntos, según se anunció hace 15 días. Pero todavía ha caído más en Castilla y León, donde ha bajado 8 puntos, en Madrid, donde ha descendido 10, y sobre todo en Cataluña ―donde la evaluación se realiza en catalán―, que ha pe...
El nivel lector de los niños de cuarto de primaria, de 9 y 10 años, medido en la evaluación internacional PIRLS ha retrocedido en España siete puntos, según se anunció hace 15 días. Pero todavía ha caído más en Castilla y León, donde ha bajado 8 puntos, en Madrid, donde ha descendido 10, y sobre todo en Cataluña ―donde la evaluación se realiza en catalán―, que ha perdido 17. En Andalucía el descenso ha sido el mismo que el del promedio español (7). La Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA), la entidad que organiza la prueba, calcula que 40 puntos en comprensión lectora vienen a equivaler a un curso escolar, por lo que 13 puntos vienen a ser un trimestre.
El empeoramiento de la comprensión lectora ha sido generalizado, aunque ha tenido excepciones, en esta última edición de PIRLS, que se celebra cada cinco años desde 2001, y en la que han participado 57 países.
En el caso de España, siete comunidades autónomas solicitaron que se hiciera una ampliación de la muestra para tener información propia sobre el desempeño lector. Los resultados se difundieron a escala internacional el 16 de mayo, en plena campaña electoral en España. El ministerio optó por no publicar los resultados de las autonomías, con el argumento de no interferir en la campaña. Pero los territorios que consideraron que habían salido bien parados, o que al menos no les había ido mal, decidieron hacerlos públicos. Fueron Asturias (que obtuvo un gran resultado, subiendo dos puntos respecto a la edición anterior de PIRLS), Navarra (que participaba por primera vez en la prueba), y Canarias (que, al no haber solicitado una muestra propia en la pasada edición, solo podía compararse con la de 2011, respecto a la cual mostraba un aumento de cinco puntos). Los ejecutivos autonómicos de Madrid, Castilla y León, Andalucía y Cataluña han optado, en cambio, por esperar a que pasaran las elecciones autonómicas y locales de este domingo para difundir unos resultados que, en distinto grado, no les son favorables.
En el conjunto de España, el nivel lector de los niños pasó de 528 puntos a 521, un descenso que la IEA considera estadísticamente significativo, pero que no fue tan pronunciado como el de la mayoría de países europeos con datos comparables (la pandemia provocó el retraso de los exámenes en algunos de los Estados participantes, que evaluaron a su alumnado medio año más tarde, ya en quinto de primaria).
Señales de alarma en Madrid y Cataluña
En Madrid, que en 2016 aparecía como la comunidad autónoma con mejores resultados de las que participaban en el estudio, con un punto más que Asturias, ha retrocedido 10, hasta quedar en 539. A pesar del descenso, si la región fuera un país, dicha puntuación la situaría en el puesto 17, empatada con Hungría, Dinamarca y Noruega, y por encima del promedio de la OCDE (533 puntos) y de la UE (528). Aunque se enmarca en la caída global por la lectura que se ha producido en el marco de la pandemia, con el cierre escolar decretado en 2020 y los confinamientos que se sucedieron durante el curso siguiente, en Madrid el dato se suma a otras señales de alarma, como la que emitió el informe PISA (en el que se evalúa al alumnado al término de la Educación Secundaria Obligatoria) de 2018, que ya registró un descenso de 46 puntos en lectura. Un informe sobre el sistema bilingüe, en castellano e inglés, implantado en la región, basado en encuestas a 1.724 docentes de primaria y secundaria, cuyas conclusiones avanzó este sábado EL PAÍS, señala que el profesorado cree de forma muy mayoritaria que el modelo bilingüe está perjudicando el dominio del español de los estudiantes.
El descalabro es todavía mayor en Cataluña, y se suma también a otras alarmas, como las evaluaciones propias que realiza la Generalitat, sobre el impacto de la pandemia en el alumnado catalán. Para calibrar bien la situación en la que se encuentra Cataluña vale la pena hacer un pequeño inciso: PIRLS analiza en esta edición por primera vez, con ampliaciones de muestras, el nivel de comprensión lectora en Ceuta y Melilla, que por sus particulares características socioculturales siempre aparecen muy por debajo de la media española en los índices educativos. Ceuta ha obtenido en la prueba 498 puntos y Melilla, 499. Y Cataluña, 507. Los niños catalanes están un curso por detrás de los de Madrid, y un curso y un trimestre por detrás de los de Asturias. Si apareciese en la clasificación general, Cataluña se situaría en el puesto 38 de los países desarrollados, entre Israel (510) y Kazajistán (504). Solo una región perteneciente al mundo desarrollado, la Bélgica francófona queda peor (494).
Castilla y León y Andalucía
Castilla y León, una de las comunidades españolas situadas normalmente en la parte alta de los indicadores educativos, ha perdido ocho puntos, uno más que el conjunto de España. Pese a ello, sigue figurando en los primeros puestos tanto de las regiones españolas como de los países participantes en PIRLS, con 538 puntos, uno menos que Madrid.
Andalucía pierde, por su parte, siete puntos, pasando de 538 a 533. Su caso también tiene rasgos particulares. La comunidad autónoma empezó con un nivel alto, sobre todo teniendo en cuenta otros indicadores educativos, cuando participó por primera vez en PIRLS, en 2011. Obtuvo entonces 540 puntos, 25 más que el promedio español. En 2016 tuvo, sin embargo, un aumento de dos puntos, muy inferior al del conjunto de España, que fue de 15. Y en la edición actual retrocede lo mismo que la media española, y permanece 12 puntos por encima del promedio nacional.
Índice de desigualdad
La evaluación internacional que lleva a cabo la IEA, una organización internacional integrada por agencias oficiales, y organismos públicos y privados dedicados a la investigación educativa, con sedes en Países Bajos y Alemania y un especial protagonismo del Boston College, ofrece información de otro tipo que permite conocer mejor los sistemas educativos. Uno de los datos hace referencia al grado de desigualdad, y, en concreto, a cuánto varían los resultados en comprensión lectora en función del nivel socioeconómico y cultural de los hogares donde viven los niños. España figura en dicha clasificación como un país comparativamente igualitario: la variación de rendimiento entre el tercio de niños de mayor estatus y el tercio de menor nivel es del 12,7%, lo que sitúa a España entre Dinamarca (12,9%) y Noruega (11,5%), y con un porcentaje que representa casi la mitad que el austriaco (25,4%).
A escala autonómica, como en otros estudios, Madrid aparece como el territorio más desigual (con una variación del 15,3%, entre la República Checa y Croacia). Y Canarias, como el más igualitario (la variación es solo del 7%, inferior incluso al 9% de Letonia, que es el país europeo donde la diferencia es menor). Entre ambas comunidades autónomas figuran Asturias (15%), Andalucía (14,8%), Melilla (13,5%), Castilla y León (13,2%), y ya por debajo del promedio estatal, Cataluña (11,2%), Navarra (10,9%) y Ceuta (10,3%).
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