Aragón, construyendo futuro
La comunidad autónoma reinvindica su buen clima para los negocios y su pujanza en sectores clave como la logística, la agroindustria, las energías renovables, el automóvil o la farmacia
Cuando en 1943 mi abuelo y su cuñado fueron a montar la fábrica no había ninguna consultora que les asesorara, pero tenían claro que tenía que ser en Aragón, cerca de donde estaban sus clientes. Muchas veces nos preguntan, ‘¿Por qué no tenéis la sede en Madrid o en Barcelona?’, a lo que contestamos, ‘Pues porque la tenemos en Zaragoza, y estamos orgullosos de ello”, dice el presidente de Saica, Ramón Alejandro, durante la mesa redonda de empresarios regionales, el plato fuerte del encuentro ...
Cuando en 1943 mi abuelo y su cuñado fueron a montar la fábrica no había ninguna consultora que les asesorara, pero tenían claro que tenía que ser en Aragón, cerca de donde estaban sus clientes. Muchas veces nos preguntan, ‘¿Por qué no tenéis la sede en Madrid o en Barcelona?’, a lo que contestamos, ‘Pues porque la tenemos en Zaragoza, y estamos orgullosos de ello”, dice el presidente de Saica, Ramón Alejandro, durante la mesa redonda de empresarios regionales, el plato fuerte del encuentro Aragón, construyendo futuro, celebrado en Madrid y organizado por EL PAÍS y el Gobierno de Aragón, con la colaboración de la Cadena SER.
La situación geo-estratégica de la comunidad autónoma, con Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao orbitando alrededor, y Francia justo al otro lado de los Pirineos, dando paso al resto de Europa, es una de las fortalezas que había señalado previamente Raquel Sánchez, ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. “El de Zaragoza es el segundo aeropuerto de España en cuanto a carga aérea, por detrás de Barajas”, recordó, para anunciar que el MITMA licitará la reforma integral de su segunda pista de aterrizaje a principios de 2023, y reiterar el apoyo a la autopista ferroviaria Algeciras-Zaragoza. “El 30% de nuestras mercancías se mueven por ferrocarril... hasta que llegan a la frontera francesa”, recuerda Alejandro.
Las inversiones previstas por el MITMA ascienden a los 300 millones de euros, y están enfocadas a aspectos de movilidad sostenible y reducción de emisiones de CO2, para “mejorar la calidad de vida de los aragoneses”, en palabras de la ministra. El impulso a la infraestructura, las conexiones y la intermodalidad es vital para nuevas empresas que quieran llamar a la puerta de este territorio, pero también para las que ya operan en él, y con excelente salud además, a la vista de los datos. Hasta agosto de 2022 las exportaciones aragonesas habían registrado un incremento interanual del 35% (1.192 millones de euros), por encima del 31,7% de aumento medio experimentado por el conjunto de España, de acuerdo con los datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
La ministra alude a otro gran activo de Aragón, su tejido empresarial, para explicar el éxito. “Innova, vertebra el territorio, fija población”, destaca. Saca músculo en sectores estratégicos y punteros como la automoción, la logística, la industria agroalimentaria o farmacéutica, la ciberseguridad o las energías renovables. Las cinco compañías que salen al escenario inmediatamente después de sus palabras son un buen ejemplo: la multinacional papelera Saica; los grupos cárnicos Jorge y Costa; la tecnológica Libelium, y el grupo multisectorial Térvalis, que toca negocios tan diversos como la nutrición vegetal, nutrición animal, alimentación humana, energías renovables o los servicios turísticos.
“Y se nos han quedado dos sin venir, eran demasiadas”, desvelará luego, entre bambalinas, Ramón Buetas, director de Comunicación del Gobierno de Aragón: SAMCA, un grupo diversificado que da empleo, entre directos e indirectos, a más de 6.000 personas, y el promotor independiente de energías renovables Forestalia, que ha irrumpido con fuerza en el mercado energético.
Tiempos de incertidumbre
“Hemos de anticiparnos a la desaceleración económica y potenciar la exportación y la internacionalización, para diversificar”, apunta Raquel Pelegrín, CFO de Libelium, quien reconoce que es difícil tomar decisiones en tiempos convulsos y un contexto de inseguridad. “La incertidumbre se combate con autosuficiencia energética a partir de renovables, con orientación al cliente y con solvencia financiera que permita sobrevivir y competir”, enumera Sergio Samper, CEO del Grupo Jorge, que esboza algunos de los proyectos estratégicos que su organización se ha planteado para los próximos seis años, como la digitalización, la valorización de los residuos, la sustitución del transporte por carretera por el ferroviario o las renovables.
“El 97% del amoniaco del mundo se produce con gas natural; nosotros queremos evitar eso”, tercia Sergio Atarés, director de Planificación Estratégica de Grupo Térvalis, que promueve una planta de 25 megavatios (MW ) en Teruel que permitirá fabricar hasta 100.000 toneladas al año de fertilizantes sostenibles a través de amoniaco verde, con energías renovables e hidrógeno verde. “Esta apuesta, que quizás suene a algo nimio, puede ayudar a descarbonizar toda la producción del sistema alimentario”, asegura. Para que “no sigamos dependiendo del gas natural como fuente de energía para producir los alimentos”, insiste. Atarés llama a explorar la bioeconomía circular, aprovechando los microorganismos y la propia biodiversidad del suelo.
“En Aragón tenemos uno de los mayores yacimientos de kilómetros cuadrados de Europa, y la nueva economía se basa en la superficie y el terreno. Las energías renovables son un ejemplo”, prosigue Atarés. El directivo del grupo Térvalis es de los que ven ventanas abiertas a la oportunidad en los momentos de crisis, lo que no quiere decir que por el camino no vaya a haber dosis de sufrimiento. “De aquí van a salir las tecnologías que constituyan la base de la futura competitividad”, vaticina. “Los biofertilizantes están al alza, algo impensable su los precios del gas fueran bajos”. Es lo mismo que ocurrió con las videoconferencias, que no se habrían sofisticado al punto actual sin una crisis sanitaria con confinamientos incluidos.
Avanza la mañana en el Hotel Palace de Madrid, donde se celebra este evento, que lleva por subtítulo Un encuentro sobre los retos y estrategias para el futuro de la economía aragonesa. El público se distribuye en torno a mesas bien provistas de un desayuno con productos maños. Aceites con denominación de origen de la tierra, frutas locales, Trenza de Almudévar, jamón de Teruel. Entre los invitados figuran la ministra de Educación, Pilar Alegría, nacida en Zaragoza, y Carlos Núñez, presidente ejecutivo de PRISA Media.
Colaboración público-privada
Mientras, en el escenario, los cinco directivos defienden una reindustrialización con renovables, pero son conscientes de que ésta no puede llevarse a cabo sin colaboración. Privada-privada y público-privada. Jorge Costa, CEO de Grupo Empresarial Costa, destaca “las ayudas y el buen hacer del Gobierno aragonés” en la consecución de su proyecto Glicopepton, una fábrica que aprovechará los subproductos de la industria porcina para la producción de heparina, y costará 40 millones de euros. En esta iniciativa empresaria de economía circular va de la mano con la farmacéutica Rovi y Cárniques Celrá. “Podría lograr que España fuera autosuficiente, cubriendo todas las necesidades de heparina del país”, subraya. Y creando empleo en un territorio con problemas de despoblación. De las más de 1.209 instalaciones que el grupo mantiene en España, gran parte se encuentran en Aragón, en municipios de menos de 3.000 habitantes. “Tenemos a gente joven viniéndose a trabajar a poblaciones pequeñas”, indica Costa.
Durante el tercer trimestre de 2022, la tasa de paro de la comunidad autónoma se situó en el 9,08%, lo que representa 3,59 puntos porcentuales menos que la media nacional, que es del 12,67%, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE). “Creo que es el resultado de que, en nuestra región, el peso de la industria es también más alto que el de la media nacional, y proporciona empleos más estables y mejor remunerados” que los de otros sectores productivos, según aventura Alejandro. “El tejido empresarial ha apostado por la I+D+i, es dinámico, se une en clústeres y encuentra facilidades por parte de las administraciones”, apunta Pelegrín.
Formación y mano de obra
Estabilidad política, consenso con los sindicatos y un clima laboral anticiclónico, inversión en innovación, una mayor agilidad en los trámites administrativos, una buena disposición del Gobierno autonómico... Los empresarios maños van poniendo encima de la mesa claves de la pujanza de su región en las que todos se muestran de acuerdo. Hasta que sale a la palestra la palabra formación, y se resquebraja la unanimidad.
Costa opina que la formación funciona en Aragón, que hay sinergias con las universidades, y que la mano de obra está preparada, y ha profesionalizado muchísimo un sector primario innovador en el que abundan los químicos, los farmacéuticos o los biólogos. “Pero a veces cuesta encontrar determinados perfiles y posiciones, como informáticos, por ejemplo. Sería ideal que esta industria atrajera el talento que necesita, que la gente viniera a nuestro territorio a trabajar”, opone Alejandro, que saca a colación una charla con el alcalde de El Burgo del Ebro (en la provincia de Zaragoza): “Me comentaba que tenía más puestos de trabajo que habitantes había en el pueblo”.
Para Pelegrín, que Aragón haya estado históricamente entre las comunidades autónomas con menos desempleo gracias a la propia idiosincrasia de su economía, “con una gran actividad, muy diversificada, con empresas muy potentes que vertebran territorio y generan oportunidades”, no puede hacer perder de vista el “efecto perverso”·de que también cuesta cubrir vacantes y encontrar mano de obra especializada. “Ha de haber una conexión entre las necesidades empresariales del territorio y la formación que ofrece”, defiende. De otro modo, la región seguirá exportando capital humano fuera de sus fronteras. A juicio de Atarés, “hemos de captar y mantener talento, pero para ello hay que dar valor a lo que hacemos, para que la gente venga a Aragón”.
Grupo Costa. Cárnica
El Grupo Costa, con matriz en Fraga (Huesca) ha pasado de empresa familiar ganadera a cuarto grupo cárnico más importante de España. Posee la tercera ganadería más numerosa de Europa, integrada en Piensos Costa, y está presente en los sectores agroalimentario, energías renovables, automoción, salud vegetal, hotelero e inmobiliario. Dentro del agroalimentario, donde también tiene Bodega Sommos y Oliba Green Beer, opera en 107 países a través de Costa Food Group; supervisa todo el proceso productivo, de la granja a la mesa, de las especies cárnicas de cerdo, pollo y pavo; y es el primer cárnico de porcino blanco con la certificación de Bienestar Animal de AENOR. El 80% de sus 1.250 granjas porcinas y avícolas se ubican en el medio rural. El grupo está implantado en 11 CC AA, genera 5.000 empleos propios e integrados, y facturó 1.750 millones de euros en 2021.
Grupo Saica. Celulosa
Saica (Sociedad Anónima Industrias Celulosa Aragonesa) se funda en Zaragoza en 1943, con 6 trabajadores en su planta de producción de papel. En 1987 abre la primera planta de cogeneración en el sector industrial de España. Y en 2011 inaugura la primera Planta de Valorización Energética en El Burgo del Ebro (Zaragoza), evitando el envío a vertedero de 450.000 toneladas de residuos del proceso productivo del papel. En 2015 inicia su diversificación con la apertura de instalaciones de Natur Cycle Plus, para la producción de más de 9.200 toneladas de granza reciclada a partir de Polietileno de Baja Densidad reciclado. Cubre cuatro áreas de negocio: gestión integral de residuos (Saica Natur), papel reciclado para cartón ondulado (Saica Paper), soluciones de embalaje de cartón ondulado (Saica Pack) y soluciones de embalaje flexibles (Saica Flex). Exporta el 50% de lo que produce.
Grupo Libelium. Tecnología
Libelium es una tecnológica fundada en Zaragoza en 2006 que diseña y fabrica soluciones para hacer posible Internet de las Cosas. Desde 2009, cuando sacó al mercado su plataforma de sensores Waspmote (su producto estrella), más de 10.000 desarrolladores de las mayores empresas del mundo han llevado a cabo proyectos IoT en más de 120 países con la tecnología de esta compañía aragonesa. Hay sensores suyos en el campus de la California State University Fullerton, en el primer laboratorio de agricultura inteligente de Hungría o en un proyecto de control de la calidad del aire en el Puerto de Génova. En 2021 amplió su capital con la inversión de Axon Partners Group, y en 2022 ha adquirido la empresa murciana HOPU (referente en el desarrollo de soluciones de calidad de aire, ciudades inteligentes e infraestructuras), como parte de su plan de crecimiento.
Grupo Jorge. Cárnico
El Grupo Jorge es el mayor grupo cárnico porcino de España, el que más carne de cerdo comercializa de España, y el quinto en volumen de Europa. “Y si excluimos las entidades cooperativas europeas, asciende al segundo lugar”, precisan fuentes de la compañía. Es, hoy por hoy, el primer exportador de carne porcina del país, con un 18%, aproximadamente, de la cuota de mercado (715.000 toneladas en 2022) y más de 100 países en su cartera de clientes, entre ellos China, Japón, Canadá, Corea, Filipinas, Nueva Zelanda. Su volumen de negocio ronda los 1.675 millones de euros, y da trabajo a 5.700 personas, de las que 3.705 se encuentran en Aragón. Su inversión entre 2017 y 2022 ha superado los 350 millones de euros, de los que más de 250 se han quedado en la comunidad autónoma que lo vio nacer hace más de 80 años.
Grupo Térvalis. Alimentación
31 años de experiencia, 1.500 empleados en varios continentes y 500 millones de facturación al año avalan la buena marcha del Térvalis, un grupo multisectorial formado por empresas de nutrición vegetal, nutrición animal, alimentación humana, energías renovables y servicios turísticos, entre otros. Declara con orgullo su origen turolense, ciudad desde la que se despliega por el mundo. En paralelo a la internacionalización crecen sus divisiones de alimentación y energías renovables, que apuestan por el territorio. La división dedicada a la producción y comercialización de nutrientes vegetales agrupa a las filiales de España, Francia, Italia, México, Argelia, Argentina, Ucrania y Portugal. Lleva más de una década invirtiendo tres millones de euros anuales en I+D+i, lo que se traduce, entre otras cosas, en 44 patentes que sitúan al grupo entre los primeros puestos en innovación en Europa.