España lidera el renacer mundial del diálogo social
La polarización política impulsa la negociación colectiva como elemento de legitimación de las políticas públicas tras la covid
La pandemia del coronavirus ha dado un espaldarazo al diálogo social en buena parte del mundo. Los países que tenían tradición de usar la negociación entre los agentes sociales para doblegar las crisis son los que más la han utilizado, sobre todo en Europa, pero en muchos otros donde el consenso no era tan habitual, también se ha llegado a acuerdos. Se han adoptado 1.620 disposiciones extraordinarias de protección social en el mundo desde que irrumpió la covid, explica el director general de la OIT en España, Joaquín Nieto, una cifra histórica que separa la respuesta adoptada por los Estados e...
La pandemia del coronavirus ha dado un espaldarazo al diálogo social en buena parte del mundo. Los países que tenían tradición de usar la negociación entre los agentes sociales para doblegar las crisis son los que más la han utilizado, sobre todo en Europa, pero en muchos otros donde el consenso no era tan habitual, también se ha llegado a acuerdos. Se han adoptado 1.620 disposiciones extraordinarias de protección social en el mundo desde que irrumpió la covid, explica el director general de la OIT en España, Joaquín Nieto, una cifra histórica que separa la respuesta adoptada por los Estados en esta depresión de la de 2008. Y ha sido especialmente relevante en España, según Nieto, pues “no ha habido ningún otro país en el que las medidas de apoyo a la economía hayan salido de la concertación del Gobierno con sindicatos y empresarios”.
“La recuperación del diálogo social es un rasgo que está diferenciando esta crisis de las previas y lo hará durante algún tiempo. Desde los años 80 había permanecido prácticamente inactivo en las economías capitalistas occidentales, especialmente en los países anglosajones por la doctrina neoliberal imperante”, explica Antón Costas, presidente del Consejo Económico y Social (CES). A su juicio, este resurgir no es un fenómeno únicamente español, “aunque existen razones para pensar que en España está siendo más importante. La concertación está teniendo dos efectos extraordinarios: atemperar el ciclo económico maníacodepresivo por el cual España responde con mayor euforia a la bonanza y se deprime al máximo con las crisis, y que el empleo haya caído menos que el PIB por primera vez en una crisis, lo que está permitiendo una recuperación más rápida, que tampoco nunca antes habíamos vivido”, añade el catedrático de Política Económica.
Esta semana se ha conocido que el mes de agosto ha sido el mejor de la serie histórica para el empleo (el paro baja un 2,4%) porque los ERTE, probablemente el gran hito resultante del impulso del diálogo social, han servido para salvaguardar entre 2,5 y 3 millones de empleos, en palabras de Unai Sordo, secretario general de CC OO. En su opinión, “el modelo de negociación concertada español se mira con interés y cierta envidia en otros países. Pues en Alemania, el paradigma de la negociación colectiva, los acuerdos son sectoriales y en Francia no hay un órgano tripartito como en España”, argumenta.
Para su homólogo en UGT, Pepe Álvarez, la intensificación del diálogo social en España ha servido para compensar la debilidad parlamentaria del Gobierno. “El Gobierno en solitario no habría llegado a las mismas soluciones para abordar la pandemia”, apoya Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, que también considera que España está siendo un ejemplo para Europa. No hay más que ver las leyes del teletrabajo o la que regula a los trabajadores de las plataformas digitales, los riders, acordadas entre el Ejecutivo del PSOE y Podemos, los empresarios y los sindicatos, que son pioneras en el mundo. “Estamos legislando temas que a otros países les está costando más”, aprecia Jesús Cruz Villalón, catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Sevilla. “Nadie esperaba el éxito que ha tenido el diálogo social. Al proceder de él las medidas para abordar la crisis, al consensuarse, han sido más efectivas. Los ERTE no solo han logrado menor destrucción de empleo, sino que también han bloqueado la conflictividad laboral”, agrega.
Cuando la idea de diálogo social cala en la sociedad, continúa Costas, se reduce mucho la incertidumbre, se genera confianza en la ciudadanía, y también permite que las expectativas de los costes de transacción evolucionen a la baja. Y algo muy relevante: las políticas adoptadas, al contar con el apoyo de una parte importante de la población, serán mucho más difíciles de revertir para los Gobiernos venideros, anticipa.
Pero Ejecutivo y agentes sociales aún tienen grandes retos pendientes. Esta semana se ha abierto la mesa de diálogo social tras el verano para discutir la subida del SMI, que los empresarios rechazan, y que puede derivar, según Cruz Villalón, en el primer desencuentro en las negociaciones. Pensiones, reforma laboral y redefinir las políticas de empleo y la formación para estimular la recuperación son los grandes desafíos que vienen, según Unai Sordo.
Otros países
Otros dos países destacan junto a España por la importancia que sus dirigentes están otorgando a la concertación, según el presidente del CES: Estados Unidos, con lo que denomina el “asombroso experimento Biden”, “que ha abierto la negociación con los agentes sociales para abordar la recuperación económica en un cambio clarísimo de mirada más social”, apoya Nieto, y que servirá, según el dirigente de UGT, para que el conjunto del planeta vea reforzada la participación de los sindicatos; e Italia, que con España encabeza las ayudas recibidas de la UE.
Pepe Álvarez aprecia también los esfuerzos de los países de Europa del Este por abrir la negociación colectiva, cuando hasta ahora no tenían tradición, siguiendo los mandatos de la UE para utilizar los fondos de recuperación. En el polo opuesto, el directivo de la OIT, destaca los países de Latinoamérica, “donde el diálogo social brilla por su ausencia, a excepción de Argentina, a pesar de ser de los mayores golpeados por la covid, con casi un 14% de caída del empleo frente al 9% global”.
Próximos convenios
Las tres partes implicadas en la negociación pretenden seguir impulsando medidas concertadas para ayudar a la recuperación económica tras la creación de una mesa de diálogo social para tal fin el pasado noviembre. Queda una ardua tarea por delante. La parte más conflictiva de la modernización del mercado de trabajo español (la derogación de la reforma laboral del PP que apoyan los sindicatos, rechaza la patronal y tiene dividido al Gobierno) y de la reforma de las pensiones, donde habrá que definir un instrumento nuevo de equidad intergeneracional, al que no se ha dado toda la importancia que tiene, en opinión del presidente del CES. “Ahora quedan por delante cuestiones de carácter estructural y llegar a acuerdos es más complejo”, según el secretario general de UGT. Pepe Álvarez pide a la patronal que tenga la valentía suficiente para enfrentarse a sectores que han hecho de la temporalidad parte de su sistema productivo.