Si abrir cualquier tipo de negocio nunca suele ser una tarea fácil y el fracaso en muchos casos se considera algo habitual, montar una empresa en tiempos de pandemia conlleva riesgos añadidos. Los expertos creen que, en una coyuntura en la que se destruye parte del tejido empresarial como consecuencia de los estragos económicos derivados de la emergencia sanitaria causada por el coronavirus, quien realmente se propusiera emprender debería extremar las precauciones. Y ofrecen unos consejos.
Saben que la tentación de muchos españoles de convertirse en sus propios jefes no desaparecerá de golpe, pese a la progresión de la covid y de la crisis social y económica. Sería improbable, en un país en el que, este año, seis de cada 10 propietarios de startup lo habían sido ya con anterioridad, y un 44% de ellos había lanzado más de dos proyectos antes de su firma actual y un 8% incluso más de cuatro.
En paralelo, las probabilidades de que estos emprendedores en serie se estrellen disminuyen a medida que crean empresas. Si con un solo proyecto a sus espaldas el índice de fracaso es el 56%, este baja al 12% con tres lanzamientos y al 8% con cuatro o más startups creadas. No obstante, la falta de éxito forma parte de su aprendizaje, ya que el 54% asegura haber puesto en marcha al menos un negocio que no funcionó, según datos del Mapa del Emprendimiento 2020, elaborado por el Spain Startup-South Summit.
Para minimizar el riesgo, en cualquier contexto es preciso que todos los elementos que componen el análisis previo a la puesta en marcha de una empresa —gastos, ingresos, marketing y financiación, entre otros— confluyan en un mismo punto, es decir, la viabilidad del negocio a corto y largo plazo. “Aunque siempre debemos estudiar minuciosamente todos los aspectos de la empresa, el problema se resume en ver en la generación de beneficios el retorno de la inversión y la rentabilidad”, explica el experto de finanzas, Antonio Gallardo.
“La planificación del negocio tiene que ser realista, especialmente en la parte financiera y de los flujos de caja, sabiendo que en los primeros estadios de la apertura habrá más costes que ingresos y que la falta de liquidez y el endeudamiento genera intereses y recargos en las obligaciones tributarias y la Seguridad Social que no se suelen contemplar en las previsiones”, señala la vicepresidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Celia Ferrero, quien recomienda siempre testar al público objetivo. “A veces se da por hecho que alguien necesita un producto o un servicio prestado de cierta manera y no es así”, añade. No incurrir en costes estructurales elevados al inicio de la actividad es también esencial, así como estar asesorado correctamente en el proceso administrativo de alta como emprendedor.
Buscar ayudas
La fundadora del Spain Startup-South Summit, María Benjumea, sin embargo, prefiere subrayar algunos aspectos más emocionales del emprendimiento en su fase inicial. “Lo importante es tener ganas, una buena idea y no parar de trabajar para conseguir tus objetivos”, dice. Es el caso del uruguayo Juan Gatto, un actor de títeres quien, lejos de parar mientras esperaba a que pasara la tormenta que esta primavera le impidió seguir con los espectáculos en vivo que solía dar en Valladolid desde hacía muchos años, buscó otras vías para vivir de su vocación.
Cansado de depender de una empresa que le cobraba para darle de alta a cada actuación, había planeado inscribirse en el régimen de autónomos en marzo, algo que, sin embargo, pudo concretar solo después del estado de alarma y la desescalada, el 1 de septiembre. “La gente me decía: ‘Tú estás loco”, admite Gatto. Pero el actor cree que, al haber ampliado su actividad con la venta de muñecos y decorados tanto para el público como para otras compañías y haber trasladado parte de las actuaciones y los talleres en internet, su Teatro del Gatto podrá mantenerse a flote.
Una de las esperanzas de este como de muchos otros emprendedores es la de acceder a algún tipo de ayuda especialmente prevista para encarar la crisis. “La más relevante es la garantía del ICO, que permite obtener financiación en los bancos a tipos más reducidos que los del mercado y puede cubrir tanto necesidades de inversión como de circulante (productos que vamos a vender o materiales para fabricar) y tesorería”, en palabras de Gallardo.
La siguiente línea de crédito es la que proponen las Comunidades Autónomas y suelen ser más amplias. “Ofrecen algunas ventajas en financiación con empresas propias que avalan proyectos y también ayudas a la contratación (con bonificaciones en seguros sociales) y asesoramiento a la hora de crear el proyecto o reestructurarlo”, señala este experto.
Pese a todo ello, parece que las medidas no son suficientes. “De hecho, una de las mayores demandas de los emprendedores españoles es tener un mayor acceso a la financiación y menos trabas fiscales”, destaca Benjumea. Aun así, la fundadora del Spain Startup-South Summit subraya que, en un momento tan difícil como el actual, ha habido importantes rondas de financiación levantadas por startups españolas, como Iwoca (100 millones de euros con Insight Investment) o PlayGiga, que ha sido comprada por Facebook por 70 millones de euros.
Ser flexible
“Lo más importante ante las dificultades que supone la pandemia es adaptarse”, asegura Benjumea, “y eso se hace gracias a la innovación”. Si es cierto que en estos meses algunas startups han desaparecido y las previsiones de muchos propietarios de pymes para los próximos meses son negras, otras no solo han conseguido modificar su modelo de negocio, sino también alcanzar un mayor éxito. Esto se debe, en opinión de esta experta, a “una de las principales características de las startups, es decir, su flexibilidad y su rápida capacidad de adaptarse a los cambios a un ritmo casi impensable. La modalidad de teletrabajo impuesta a marchas forzadas, además, no les ha supuesto un gran problema por su propia estructura y metodología, y porque la digitalización está inscrita en su ADN”, agrega.
Trasladar la atención al cliente desde situaciones presenciales al contacto únicamente vía teléfono o por internet es el cambio más relevante que ha tenido que acometer Guillermo Guerrero, quien se dio de alta como trabajador autónomo el 27 de julio para seguir con una actividad en la que ya había acumulado experiencia con anterioridad, aunque fuera como empleado por cuenta ajena. Junto con una abogada, a través de su firma, Emprender siendo extranjero, Guerrero asesora desde Madrid a emprendedores que quieren implantar su negocio en España, con independencia de dónde se encuentren. “Pero durante el confinamiento detecté otra línea de negocio, la asesoría a autónomos ya constituidos como tales, quienes necesitan mucha información en este período”.
La suma de estas dos actividades hacen que la empresa de Guerrero le “vaya mejor que a los que trabajan en la hostelería o la restauración, por ejemplo”, en sus palabras. De hecho, en un momento en el que la incertidumbre lo domina todo, Gallardo aconseja prestar mucha atención a la posibilidad de que la reducción de la renta de los clientes potenciales (ya sean consumidores o empresas) afecte al volumen de ingresos estimados. Junto con ello, la posible restricción del crédito, especialmente por parte de los bancos, constituye una seria amenaza para la estructura financiera de cualquier negocio y repercutiría en otras áreas, como los gastos de promoción, el marketing o los recursos humanos. “Todo ello debe tenerse en cuenta creando diferentes escenarios y políticas de riesgo más restrictivas”, concluye.
Privilegiar lo digital
A la pregunta sobre qué sectores se deberían privilegiar en estos momentos a la hora de crear una empresa, la vicepresidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Celia Ferrero, contesta: “Desde luego, no abriría un bar o, en todo caso, no lo haría en un entorno urbano”, al referirse a las restricciones previstas en la restauración en varias regiones para luchar contra la transmisión del coronavirus.
“En general los proyectos online ofrecen más oportunidades por el crecimiento del sector y por tener menores costes con economías de escala mayores”, destaca el experto de finanzas Antonio Gallardo.
En la misma línea, la fundadora del Spain Startup-South Summit, María Benjumea, señala que el 66% de los emprendedores cuyos proyectos se incluyen en el Mapa de Emprendimiento 2020 quiere contratar a nuevos profesionales en sus equipos por las nuevas necesidades de empleo digital que demanda el mercado actual. “Todo lo que sea digital tiene cabida en el ecosistema”, recalca.