Análisis:

¿Qué hay de nuevo, Tut?

La polvareda que ha levantado Zahi Hawass con el asunto de Tutankamón y su familia ha resultado espectacular. Pero una vez posada y apagados los flases, ¿qué queda?, ¿qué cambian las nuevas investigaciones sobre nuestro conocimiento de la historia del Antiguo Egipto y concretamente de la enigmática época de Amarna? Tenemos una visión más afinada de Tutankamón como individuo -un joven enfermizo y cojo- y de su muerte -naturaleza frágil (¡qué mala es la endogamia!) complicada con un proceso infeccioso (malaria) y una fractura ósea producida seguramente a causa de un accidente-. Un chico menos do...

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La polvareda que ha levantado Zahi Hawass con el asunto de Tutankamón y su familia ha resultado espectacular. Pero una vez posada y apagados los flases, ¿qué queda?, ¿qué cambian las nuevas investigaciones sobre nuestro conocimiento de la historia del Antiguo Egipto y concretamente de la enigmática época de Amarna? Tenemos una visión más afinada de Tutankamón como individuo -un joven enfermizo y cojo- y de su muerte -naturaleza frágil (¡qué mala es la endogamia!) complicada con un proceso infeccioso (malaria) y una fractura ósea producida seguramente a causa de un accidente-. Un chico menos dorado pero que despierta quizá más ternura. Tenemos a la abuela: la momia de mujer anciana de la tumba KV35. Podemos identificarla con la gran Tiye, la esposa de Amenofis III; un mechón de su cabello apareció en una caja en la tumba de Tutankamón. El misterio de quiénes eran sus padres, en cambio, ha quedado sólo parcialmente resuelto. Tenemos las momias pero no sabemos a ciencia cierta a quién pertenecen. El ADN prueba que el padre es la controvertida momia de la tumba KV55. Hawass asegura haber identificado en ella a Akenatón -lo que por sí sólo ya resultaría un logro extraordinario: es uno de los más grandes personajes de la antigüedad- pero me temo que las pruebas no son concluyentes. No veo porqué no se puede seguir sosteniendo que se trate del oscuro Smenkara, que reinó entre Akenatón y Tutankamón y también era miembro de la familia. La mujer joven de la tumba KV35, otra momia polémica, es la madre de Tut. Aquí la frustración es total -con lo bonito que es poner un rostro, ni que sea de momia a un personaje histórico- porque ni el propio Hawass se atreve a dar un nombre. Los análisis, dice, sugieren una relación de hermanos con la momia de la KV55. ¿Era hijo Tutankamón de Akenatón y de una de las muchas hermanas de éste? ¿Lo engendró en una hermana porque su esposa principal, Nefertiti (que no era del linaje real) sólo le daba hijas? Hay quien sigue opinando que la relación entre la momia de KV55 y la de KV35 podría ser paterno-filial: ¿Akenatón y una de sus hijas (acaso Meritatón) serían los padres de Tut? Demasiados cabos sueltos aún, ¡ay!

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