Seis de cada 10 familias catalanas sufren para llegar a fin de mes

La proporción de hogares que en Cataluña pasan apuros a raíz de la crisis va en aumento. Se desconoce cuántas familias llegan a duras penas a fin de mes con lo que ganan, pero cuando acabó 2007, con la tormenta financiera en plena descarga y la curva del sector inmobiliario en el inicio de su descenso, ya eran seis de cada 10 las que confesaban llegar con dificultades al día 30 del mes. Así se desprende de una encuesta del Instituto de Estadística Catalán (Idescat) difundida ayer y correspondiente a 2007, cuando, pese a la desaceleración, eran pocos los que se atrevían a vaticinar que llegaría...

La proporción de hogares que en Cataluña pasan apuros a raíz de la crisis va en aumento. Se desconoce cuántas familias llegan a duras penas a fin de mes con lo que ganan, pero cuando acabó 2007, con la tormenta financiera en plena descarga y la curva del sector inmobiliario en el inicio de su descenso, ya eran seis de cada 10 las que confesaban llegar con dificultades al día 30 del mes. Así se desprende de una encuesta del Instituto de Estadística Catalán (Idescat) difundida ayer y correspondiente a 2007, cuando, pese a la desaceleración, eran pocos los que se atrevían a vaticinar que llegaría una recesión. España ha entrado en ella, y con ella Cataluña, tras registrar una caída histórica del consumo del 2,3% en el último trimestre de 2008.

Las familias monoparentales son las que tienen más dificultades para llegar a fin de mes. Les ocurre al 50% de éstas, así como al 43,7% de las personas separadas o divorciadas y al 44% de los hogares con una persona de referencia de nacionalidad extranjera, según el Idescat.

Las colas que se forman ante los comedores de beneficencia son la imagen más extrema de la crisis. El 18,2% de la población se encuentra bajo el llamado umbral de la pobreza, fijado en unos 8.135,5 euros anuales. Àngel Font, director de Inclusión Social de la Obra Social de Caixa Catalunya, opinó ayer que el informe del Idescat confirma las tendencias de los últimos meses y que deja patente que este porcentaje de catalanes que viven oficialmente en la pobreza "es estructural", ya que el ciclo de bonanza económica vivido en Cataluña no ha servido para reducirlo. Las previsiones no son muy halagüeñas, a su juicio, ya que se espera un repunte de las situaciones extremas cuando muchos desempleados vean agotado su subsidio de desempleo.

En Cataluña viven sin trabajo 455.757 personas. Cataluña fue la comunidad que perdió más empleos en enero pasado. No hay datos disponibles por autonomías sobre la cantidad de parados a los que se les ha terminado el subsidio por desempleo, pero el Gobierno central ha reconocido que en toda España 900.000 personas están en esa situación.

Entidades como Cáritas se declaran "desbordadas" y han llegado a reclamar al Gobierno la creación de un fondo especial para que los servicios sociales municipales atiendan a las personas más afectadas. El año pasado, las peticiones de auxilio aumentaron el 50%. Arcadi Oliveres, presidente de Justícia i Pau, declaraba ayer que "los pensionistas, los mayores, son las personas que se están viendo más perjudicadas".