"A nuestro tren, la industria, le esperan tiempos duros"

Constan Dacosta (Ourense, 1946) es presidente de Eroski, la cooperativa de MCC, que facturó 7.619 millones de euros en 2007.

Pregunta. ¿Un sector que depende del consumidor final como el suyo puede verse especialmente afectado por la crisis?

Respuesta. Efectivamente, se perciben cambios en el comportamiento de los consumidores. La compra básica de alimentación se mantiene, pero se reducen gastos considerados más prescindibles, como ropa, productos de belleza o vacaciones. Y el consumidor retrasa la renovación del equipamiento de la casa o del automóvil.

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Constan Dacosta (Ourense, 1946) es presidente de Eroski, la cooperativa de MCC, que facturó 7.619 millones de euros en 2007.

Pregunta. ¿Un sector que depende del consumidor final como el suyo puede verse especialmente afectado por la crisis?

Respuesta. Efectivamente, se perciben cambios en el comportamiento de los consumidores. La compra básica de alimentación se mantiene, pero se reducen gastos considerados más prescindibles, como ropa, productos de belleza o vacaciones. Y el consumidor retrasa la renovación del equipamiento de la casa o del automóvil.

P. ¿Creen que la falta de crédito puede poner en riesgo su día a día?

R. La falta de liquidez del sistema ha de resolverse pronto, pues es condición para que las empresas crezcamos y las familias tomen compromisos futuros.

P. ¿Cuál es su percepción sobre la economía mundial? ¿Y la vasca?

R. Llevábamos tiempo en un modelo de crecimiento basado en el dinero barato y ha naufragado. En cuanto a la economía vasca, nos tocará sufrir. No somos tan dependientes de la construcción y el turismo, que han tirado del tren en la economía española, pero también a nuestra locomotora, la industria, le esperan tiempos duros y de reajuste. Superada la crisis financiera, emergerá la verdadera fortaleza de nuestra economía.

P. ¿Cuáles son los principales riesgos del sistema?

R. Más allá de los números, es preocupante la falta de confianza.

P. ¿Como ve el futuro?

R. Somos optimistas. La dura lección aprendida reducirá las imprudencias, vacunará el sistema y regenerará las prácticas nocivas.