"Mi padre murió con la bacteria"

Juan Antonio Ruedas Martínez tenía 65 años cuando el pasado 13 de julio murió en el hospital 12 de Octubre con su organismo colonizado por el Acinetobacter. ...

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Juan Antonio Ruedas Martínez tenía 65 años cuando el pasado 13 de julio murió en el hospital 12 de Octubre con su organismo colonizado por el Acinetobacter. Había ingresado el 25 de mayo anterior para someterse a una operación que debía extirparle un tumor intestinal. La intervención fue muy bien: "Los médicos nos dijeron que no necesitaría quimioterapia y que en una semana estaría en casa", recuerdan sus tres hijas. Pero una cadena de complicaciones postoperatorias, a las que la bacteria dio la puntilla, truncaron los planes de la familia de terminar el verano con unas vacaciones en el pueblo.

Juan Antonio era diabético y sufrió una complicación típica de los pacientes de esta enfermedad, según un médico de un hospital público. "Los cirujanos cortaron un trozo de intestino y luego lo suturaron. Lo que les ocurre en ocasiones a los diabéticos es que la sangre no llega al tejido de la cicatriz y éste muere. Es una complicación no muy frecuente, aunque inevitable e imprevisible", añade este médico.

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La muerte del tejido y las dificultades de cicatrización obligaron a una segunda intervención el 13 de junio, y a una tercera 11 de julio. "Fue entonces cuando cogió las infecciones y un médico nos dijo que era por Acinetobacter", recuerda una de las hijas. "Teníamos que ir a verle con mascarilla. Poco después murió".

Las hijas de Juan Antonio no saben de qué murió finalmente su padre "El hospital y los médicos siempre han sido muy opacos. Nos informaban de pocas cosas y muchas veces de forma contradictoria. Al final, en el informe por la muerte de mi padre pusieron que era por el cáncer, cuando murió por las complicaciones".

"No decimos que los médicos hicieran algo mal ni que la bacteria sola acabara por sí sola con mi padre. Murió con ella en el cuerpo, pero si es verdad que su cuerpo no cicatrizaba y que esto le hubiera matado igualmente, pues sería su hora", explican sus hijas. "Lo que no nos pareció bien fue la forma de actuar del hospital y la sensación de que siempre nos escondían algo", concluyen.

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