Tribuna:

Compromiso con el conocimiento

Invitado a participar en una muestra colectiva que tuve la suerte de comisariar hace unos años, un gran artista, poco amigo de los gremios, como Isidoro Valcárcel Medina, me contaba cómo era su práctica artística hace treinta años. Para poder entrar en la restrictiva inauguración con invitación del por entonces nuevo Museo de Arte Contemporáneo en Madrid, tuvo que simular ser un periodista. Equipado con un magnetofón, Valcárcel Medina burló la vigilancia en las puertas de acceso y, micrófono en mano, consiguió realizar una serie de entrevistas a diferentes invitados preguntándoles si considera...

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Invitado a participar en una muestra colectiva que tuve la suerte de comisariar hace unos años, un gran artista, poco amigo de los gremios, como Isidoro Valcárcel Medina, me contaba cómo era su práctica artística hace treinta años. Para poder entrar en la restrictiva inauguración con invitación del por entonces nuevo Museo de Arte Contemporáneo en Madrid, tuvo que simular ser un periodista. Equipado con un magnetofón, Valcárcel Medina burló la vigilancia en las puertas de acceso y, micrófono en mano, consiguió realizar una serie de entrevistas a diferentes invitados preguntándoles si consideraban una obra de arte el improvisado diálogo que propiciaba. La obra sonora resultado de aquella acción secreta fue guardada por el artista en su estudio y únicamente mucho después volvía a la luz pública en la exposición que menciono al inicio de estas líneas. Los directores de museo se solían escoger por enchufe o a dedo. Bienvenido pues este documento que esperamos servirá algún día para comprometer a todas las partes de un modo transparente y respetuoso con el conocimiento.

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Pertenezco a una generación de directores de museos y centros de arte que quiere contribuir a perfeccionar esta labor pública desde el convencimiento de que, efectivamente, como abre el texto de esta joven guía, "la cultura es un derecho de toda la ciudadanía y, por tanto, debe estar garantizada su accesibilidad y pleno disfrute". Para ello, y en mi opinión, es preciso un compromiso profesional claro, respetuoso con la vocación de servicio a la sociedad que nos corresponde y coherente con un programa a desarrollar en un tiempo razonable. Si el tiempo lo permite, este documento será útil para clarificar que esta responsabilidad pública es incompatible con los negocios privados; facilitará disponer de los modos y las herramientas imprescindibles para poder sacar adelante los programas y ver si con ellos germinan resultados. Es histórico y nuevo que todos los agentes relevantes del sistema artístico español hayan conseguido estar de acuerdo en algo y sobre todo hayan trabajado para ello codo a codo. En Andalucía se acaba de aprobar el proyecto de Ley de Museos y Colecciones Museográficas. La obligación de la Administración pública se concreta en hechos. Esperamos ahora confiados que el compromiso profesional que también suscribo se vea correspondido con el compromiso político de las autoridades culturales de nuestro país.

José Lebrero Stals es director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.

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