Investigadores británicos apoyan crear embriones 'híbridos' humano-animal

La técnica, sin fines reproductivos, sería una fuente abundante de células madre

Científicos británicos alertaron ayer sobre las consecuencias de un probable veto a la investigación con embriones híbridos, creados a partir de la fusión de células humanas con óvulos de animales, en el estudio y tratamiento de enfermedades actualmente incurables, como Alzheimer y Parkinson. La polémica técnica, que suscita delicadas cuestiones éticas, aliviaría la escasez actual de embriones humanos destinados a la investigación con fines terapéuticos. La agencia británica que debe aprobar el experimento se pronuciará la semana que viene.

Dos equipos de científicos han solicitado perm...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Científicos británicos alertaron ayer sobre las consecuencias de un probable veto a la investigación con embriones híbridos, creados a partir de la fusión de células humanas con óvulos de animales, en el estudio y tratamiento de enfermedades actualmente incurables, como Alzheimer y Parkinson. La polémica técnica, que suscita delicadas cuestiones éticas, aliviaría la escasez actual de embriones humanos destinados a la investigación con fines terapéuticos. La agencia británica que debe aprobar el experimento se pronuciará la semana que viene.

Más información

Dos equipos de científicos han solicitado permiso a las autoridades británicas para aplicar la controvertida técnica de creación de embriones humano-animal en sendos experimentos médicos. La técnica consiste en transferir el núcleo de células adultas humanas -con su correspondiente ADN- a óvulos de vaca o conejo desprovistos de núcleo [ver gráfico]. En el laboratorio se desarrollaría en pocos días un embrión híbrido en el que el 99,5% de su material genético sería humano, y el 0,5% restante [al ADN que está en las mitocondrias, unos orgánulos que se encuentran fuera del núcleo de la célula] sería de origen animal. Estos embriones servirían como cantera de nuevas células para la extracción de diferentes tipos de tejidos.

En el hospital King?s College de Londres, el equipo de Stephen Minger proyecta aplicar la técnica en el estudio de enfermedades neurológicas, entre ellas Parkinson, Alzheimer y atrofia espinal muscular. En la Universidad de New Castle Upon-Tyne, en el norte de Inglaterra, Lyle Armstrong quiere centrarse en el desarrollo de células madres surgidas de embriones híbridos y su posterior aplicación en el tratamiento de diabetes y parálisis de la columna espinal. Un tercer equipo codirigido por Chris Shaw e Ian Wilmut, creador de la oveja clónica Dolly, trabaja en la investigación de enfermedades neurológicas aunque aún no ha cursado la solicitud oficial.

La Autoridad en Embriología y Fertilización Humana (HFEA, en sus siglas en inglés), que supervisa la investigación en este campo y otorga las licencias pertinentes, anunciará su decisión a mediados de la semana próxima. Pero los científicos anticipan ya una negativa. Temen el veto oficial como consecuencia de una reforma de la ley general de 1990 en Embriología y Fertilización Humana, cuyo borrador se publicó el mes pasado. En un par de párrafos del texto legislativo se zanja la cuestión, prohibiendo la creación de embriones humano-animal aunque se deja abierta la perspectiva de un cambio de posición en el futuro.

El Ministerio de Sanidad defendió ayer su propuesta de veto a la nueva técnica, y la atribuyó a la reacción de la opinión pública. En el periodo de consulta, unas 340 de las 535 opiniones recibidas sobre el borrador legislativo se centraron exclusivamente en el apartado referente a embriones híbridos. Además de científicos, colegios médicos y representantes de pacientes, participaron en el ejercicio grupos religiosos y asociaciones éticas que ayudaron a elevar la oposición al avance técnico por encima del 80% del total de respuestas. El proyecto de reforma de la ley está en sus trámites iniciales y su aprobación puede demorarse un año. De antemano, el primer ministro, Tony Blair, ha prometido "flexibilidad" en el texto legislativo para favorecer la investigación científica.

"No hay razón para frenar el trabajo [con la nueva técnica]. Sería una pena para los pacientes y para la ciencia británica. El Reino Unido ha liderado este campo y si prohibimos la utilización de óvulos de animales, sufriremos una grave desventaja en esta área", advirtió Wilmut al diario The Times. "Las mismas reservas se expresaron cuando la gente comenzó a hablar de utilizar cualquier producto animal. Todavía usamos válvulas de corazón de cerdos para tratar a personas con problemas de corazón. Entendemos el dilema, pero no se basa en una buena información. La gente cree que vamos a generar un animal híbrido. Se trata simplemente de células, únicamente para la ciencia. No vamos a crear ningún animal", dijo por su parte a la BBC el profesor Shaw.

Archivado En