Los floristas catalanes renuevan la oferta de rosas para Sant Jordi

Regalar la típica rosa con espiga el día de Sant Jordi ya no es la única opción. Este año los floristas catalanes apuestan por los centros de grandes dimensiones, donde las rosas no pierden su protagonismo, sino que aparecen suntuosamente arropadas por los complementos más variados.

Todo vale con tal de dotar a las flores de valor añadido. Los floristas necesitan diferenciarse de la venta ambulante que inundará las calles el próximo 23 de abril con rosas mucho más baratas, así que ofrecer algo más se convierte en la clave para triunfar.

"Poner una rosa y una espiga dentro ...

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Regalar la típica rosa con espiga el día de Sant Jordi ya no es la única opción. Este año los floristas catalanes apuestan por los centros de grandes dimensiones, donde las rosas no pierden su protagonismo, sino que aparecen suntuosamente arropadas por los complementos más variados.

Todo vale con tal de dotar a las flores de valor añadido. Los floristas necesitan diferenciarse de la venta ambulante que inundará las calles el próximo 23 de abril con rosas mucho más baratas, así que ofrecer algo más se convierte en la clave para triunfar.

"Poner una rosa y una espiga dentro de una bolsa de plástico sabe hacerlo todo el mundo", explica Mercè Sala, una de los 500 floristas que se acercaron ayer a Mercabarna para conocer las propuestas más innovadoras del día de Sant Jordi. Un ejemplo de la influencia de los valores intangibles en la floristería fue el de la escuela Rosa Valls, que presentó las rosas del feng-shui.

Los centros realizados combinaban los colores y las figuras geométricas que simbolizan los elementos esenciales para Oriente: tierra, fuego, agua, metal y madera. El fuego es el color rojo, por ejemplo, y se relaciona con el triángulo, que simboliza la calidez interna y la iniciación. El amarillo, en cambio, es el color de la tierra, que representa la estabilidad y la paz, y cuya forma geométrica es el cuadrado.

Colores inusuales como el azul y el verde también son un reclamo para Sant Jordi; incluso apuestas más arriesgadas, como las rosas fluorescentes bañadas en purpurina o con mensajes dorados como "te quiero" estampados en los pétalos.

"Se venden muy bien", comentó Desirée Alloza, que realizaba ya el pedido para su floristería de Castelldefels. Aun así, las rosas rojas siguen siendo "las reinas", asegura Javier Llompart, de la empresa mayorista Reigmat Flor.

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Mercabarna, ayer, anticipaba lo que será la oferta floral para el día de Sant Jordi. Las novedades en el otro protagonista de la fiesta, el libro, estarán, como siempre, en los títulos.

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