El virus de la gripe aviar irrumpe en granjas de Israel y Afganistán

Hospitalizados tres trabajadores de instalaciones avícolas cercanas a Jerusalén

La gripe aviar ha llegado a Israel y Afganistán. Con ellos ya son al menos 47 los países afectados, 40 de ellos en lo que va de año. El jueves, miles de pavos fueron hallados muertos en dos kibutzim (granjas colectivas) del desierto del Negev, al sur de Israel, y ayer la epidemia se extendió a otras dos granjas, una de ellas a 25 kilómetros de Jerusalén. Tres trabajadores, un tailandés que se mantiene aislado y dos beduinos, fueron hospitalizados. Las primeras pruebas confirmaron la presencia del virus H5N1 en las aves. En Afganistán, se ha confirmado también la presencia de H5N1 en sei...

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La gripe aviar ha llegado a Israel y Afganistán. Con ellos ya son al menos 47 los países afectados, 40 de ellos en lo que va de año. El jueves, miles de pavos fueron hallados muertos en dos kibutzim (granjas colectivas) del desierto del Negev, al sur de Israel, y ayer la epidemia se extendió a otras dos granjas, una de ellas a 25 kilómetros de Jerusalén. Tres trabajadores, un tailandés que se mantiene aislado y dos beduinos, fueron hospitalizados. Las primeras pruebas confirmaron la presencia del virus H5N1 en las aves. En Afganistán, se ha confirmado también la presencia de H5N1 en seis muestras tomadas de pollos en Kabul y Jalalabad, según Naciones Unidas y el Gobierno del país.

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"Están cayendo como moscas. Nunca había visto nada similar", aseguró al diario Haaretz Yariv Agur, un experto que visitó el mismo jueves los gallineros de Holit, una de las explotaciones avícolas afectadas en Israel. "Todavía estamos realizando pruebas. Pero con la información de la que disponemos, todas las probabilidades apuntan a que se trata del virus H5N1", aseguró a la radio del Ejército el ministro de Sanidad, Yaakov Edri. "Quiero enfatizar", añadió, "que el H5N1 es mortal para las aves de corral".

El virus se transmite con dificultad a los humanos. No obstante, tres empleados en los kibutzim de Ein Hashlosha y Holit, en el desierto del Negev, a escasos kilómetros de Gaza, y otro hombre de un pueblo próximo a Kiryat Gat, al norte de la franja, fueron ingresados en hospitales cercanos.

Las autoridades sanitarias no aguardaron al resultado de los análisis y el Ministerio de Agricultura ha decidido que mañana comenzará el sacrificio de decenas de miles de pájaros en las granjas de Ein Hashlosha, Hlit, Nirim y Kisufim. Para ello envenenarán los depósitos de agua en los que beben los animales en un radio de tres kilómetros en torno a las explotaciones. Asimismo, el Gobierno importará cuatro millones de dosis de vacunas desde Holanda y ha prohibido las exportaciones de productos avícolas no procesados.

El Ejecutivo sospecha que la gripe aviar se ha extendido ya al kibutz de Nachshon, a 25 kilómetros al sur de Jerusalén. En torno a las cuatro granjas cercanas a la franja de Gaza se ha impuesto una cuarentena que impide entrar a toda persona y animal en un radio de 10 kilómetros.

El Gobierno ya se había preparado para la eventualidad de un brote de la enfermedad. Hace un mes se detectaron en un pueblo de Egipto próximo a la frontera con Israel casos de gripe aviar. Pero tampoco descarta el ministro de Agricultura, Zeev Boim, que la epidemia proceda de animales domésticos en Gaza. El Ejército ha reclamado a la Autoridad Nacional Palestina la entrega de muestras de sangre de aves de los granjeros de la franja mediterránea, donde las condiciones sanitarias dejan mucho que desear.

Mientras los hospitales israelíes han sido puestos en estado de alerta ante la posibilidad de que ingresen pacientes con síntomas de infección de la enfermedad, las autoridades se afanan por tranquilizar a la población. Insisten en que es necesario un contacto continuo con los animales enfermos para sufrir el contagio. Mucho más preocupados se muestran los granjeros y fabricantes de productos avícolas. Desde el jueves han comprobado un descenso en las ventas. Más que el sacrificio de sus animales, temen que los consumidores opten por no comprar pollo, un producto muy consumido en Israel.

Para la Península Ibérica la situación más peligrosa comienza ahora, con la emigración de las aves del sur, y será aún peor en otoño, cuando vuelvan las del norte, dijo ayer el presidente de la Sociedad Portuguesa para el Estudio de las Aves (SPEA), Luis Costa.

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