Tribuna:

El mueble: la fuerza de un sector industrial

Durante los últimos años, el sector de la madera y el mueble atraviesa unas circunstancias adversas que se vienen traduciendo en una merma de competitividad. Está claro que el mundo está cambiando y los empresarios de nuestro sector estamos en la difícil situación de saber gestionar estos cambios. Como sector maduro, manufacturero, estamos condicionados por un conjunto de debilidades estructurales y de fuertes amenazas provocadas por la globalización que están limitando nuestra capacidad para subsistir.

Nuestro pequeño tamaño hace que tengamos carencias estratégicas en innovación, en fo...

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Durante los últimos años, el sector de la madera y el mueble atraviesa unas circunstancias adversas que se vienen traduciendo en una merma de competitividad. Está claro que el mundo está cambiando y los empresarios de nuestro sector estamos en la difícil situación de saber gestionar estos cambios. Como sector maduro, manufacturero, estamos condicionados por un conjunto de debilidades estructurales y de fuertes amenazas provocadas por la globalización que están limitando nuestra capacidad para subsistir.

Nuestro pequeño tamaño hace que tengamos carencias estratégicas en innovación, en formación y en marketing. Estamos inmersos en una competencia espectacular proveniente de los países asiáticos y de los países de la Europa del Este. Igualmente estamos sufriendo una perdida de poder de negociación frente a la distribución, que progresivamente va a incrementando su volumen de compras y capacidades logísticas como consecuencia de los procesos de concentración.

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La minifundista estructura de distribución que ha pervivido en el sector hasta hace poco, ha actuado de barrera de entrada a las importaciones. Pero la concentración de la distribución nos está acarreando un aumento de las importaciones y, por lo tanto, las empresas tienen la urgencia de reforzar sus redes comerciales ampliando el concepto de exportación hacia un concepto de internacionalización.

Las fórmulas tradicionales de venta de nuestros productos ya no sirven. Nuestro sector siempre ha sido muy exportador, pero también sabía que cuando llegaba la Feria del Mueble de Valencia vendía gran parte de la producción del año sin moverse de casa. Venían a comprarnos. Ahora no, ahora tenemos que ir fuera a vender. La fórmula tradicional de venta en Feria empieza a quedarse obsoleta. Habrá que repensar el papel de la Feria, el coste que supone para los expositores y la rentabilidad que sacan. Ya son muchas las empresas que optan por hacer su feria particular, bien exponiendo en su fábrica, o realizando una estrategia de venta muy directa sobre sus clientes sin necesidad de asistir a Feria.

Todos sabemos que no estamos en una situación coyuntural, y por lo tanto, todos los que formamos parte del sector de la madera y el mueble tenemos que interiorizar el nuevo escenario competitivo y económico en el que nos movemos porque estamos constatando el evidente agotamiento del modelo de desarrollo sectorial de la década de los 80 y 90.

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Sabemos que tenemos que dar un salto cualitativo, no podemos ser sólo fabricantes de muebles, tenemos que producir bienes y servicios del hábitat, con un proyecto de empresa con una filosofía propia, con una identidad propia.

Es decir, tenemos que empezar a actuar como una empresa global, una empresa más comercial con capacidad para establecer fusiones y alianzas estratégicas, centrada, principalmente en producir valor añadido, a través del diseño, la logística, los acabados, la distribución, el servicio, independientemente del lugar y del país donde fabriquemos. China está modificando el orden internacional del mercado de muchos sectores industriales, como es el del crudo, el textil, calzado, juguetes o la cerámica. Y en nuestro sector, China ya está sustituyendo a nuestra producción de mobiliario en los mercados de EE UU y Asia, con piezas de calidad media baja, sin diseño propio -copiado- a unos costes y procesos competitivos y unos precios del producto final mucho más barato.

Por lo tanto, tenemos mucho trabajo por delante. No podemos funcionar como empresas individuales y rivales, todas formamos parte de un mismo sector productivo, de un mismo cluster global. Tenemos que hacernos más fuertes en nuestra capacidad para desarrollar nuevos productos, invertir en marca y en una potente red de distribución, innovando y formando continuamente, adaptándonos a cada situación de forma rápida y flexible, y en definitiva, repensando continuamente nuestra oferta que siempre tiene que aspirar a conseguir una diferenciación que aporte ventajas competitivas sostenibles en el tiempo a nuestros clientes de todo el planeta.

Francesc de Paula Pons es secretario general de Federmueble.

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