Reportaje:

La supuesta debilidad del euro

La moneda común pierde valor, pero no lo suficiente para asegurar la competitividad de las economías europeas

La moneda única europea goza de buena salud. Si bien su reciente tendencia al debilitamiento con respecto al dólar estadounidense se ha presentado como un problema porque deja de amortiguar los altos precios del petróleo, analistas consultados sostienen que el euro sigue estando sobrevalorado y auguran un pronto fortalecimiento.

Después de cotizar a 1,36 dólares en enero, las noticias sobre el bajo crecimiento de los países de la eurozona y la publicación de datos positivos sobre la economía estadounidense comenzaron en marzo a reducir la ventaja del euro sobre el dólar.

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La moneda única europea goza de buena salud. Si bien su reciente tendencia al debilitamiento con respecto al dólar estadounidense se ha presentado como un problema porque deja de amortiguar los altos precios del petróleo, analistas consultados sostienen que el euro sigue estando sobrevalorado y auguran un pronto fortalecimiento.

Después de cotizar a 1,36 dólares en enero, las noticias sobre el bajo crecimiento de los países de la eurozona y la publicación de datos positivos sobre la economía estadounidense comenzaron en marzo a reducir la ventaja del euro sobre el dólar.

Apenas estábamos celebrando el descuento del euro en la factura del petróleo cuando la Constitución europea recibió un varapalo en Francia y Holanda que hizo tambalearse los cimientos de la Unión Europea. El desacuerdo sobre las perspectivas financieras para el periodo 2007 a 2013 y el fracaso de la cumbre en Bruselas, donde los jefes de Estado y de Gobierno debían llegar a un acuerdo, no hizo más que ahondar en el desconcierto de los mercados.

El BCE no debe dar mucha importancia a la burbuja inmobiliaria, sino que debe impedir el peligro de deflación en los países que menos crecen
Una encuesta realizada por la BDB revela que el euro se seguirá apreciando a largo plazo, aunque a corto se va a mantener más bajo
Con unas previsiones de crecimiento del 1,5% este año para la eurozona, es difícil que el Banco Central Europeo mueva los tipos de interés
Los problemas que vive Italia serían mayores de no ser por el bajo nivel actual de los tipos de interés. Si volviera a la lira arruinaría su economía
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"La depreciación del euro con respecto al dólar tiene que ver con los acontecimientos en la Unión Europea y la inseguridad sobre su futuro", explica Axel Lindner, economista del IWH, el Instituto de Investigación Económica de Halle (Alemania). "En este momento hay un ambiente hostil con respecto al euro y favorable al dólar porque los mercados se concentran mucho en las noticias que son positivas para el dólar y negativas para el euro, ignorando lo que no se ciñe a este esquema", añade Christoph Balz, analista del Commerzbank.

Superávit comercial

Esta situación de relativa debilidad, se dice, favorece a las exportaciones porque hace a las empresas más competitivas en el exterior. Esto ocurre sobre todo en países como Alemania, donde la economía se apoya sobre un acentuado superávit comercial que fue en gran parte responsable del crecimiento del país el año pasado. "No sólo los países exportadores se benefician de esto", explica Lindner. "También en aquellos países, como España, donde las exportaciones son débiles, los fabricantes tienen ventaja. A la hora de vender sus productos, sea dentro o fuera del país, sus precios son más competitivos que los de los artículos que vienen del exterior, de China, por ejemplo, cuya moneda está ligada al dólar".

Pero no hay que sobreestimar este beneficio del euro barato sobre las exportaciones. "Es un efecto a corto plazo", dice Lindner. "La cotización de la moneda ya no es tan importante para el comercio exterior como lo era la del marco, ya que la mayor parte de las exportaciones quedan dentro de la eurozona", apunta Michael Schröder, del ZEW, el Centro de Investigación Económica Europea.

"La repercusión del nivel del euro sobre la economía es relativamente pequeña. También en lo que se refiere a las exportaciones, porque para éstas es más importante la situación económica en los países compradores que el tipo de cambio euro/dólar. Ahora que la economía mundial se ha ralentizado un poco su crecimiento, la debilidad del euro no nos ayuda gran cosa", asegura Christoph Balz.

Gebhard Flaig, del Ifo, el Instituto de Investigación Económica de la Universidad de Múnich, es más optimista: "Esta situación es bastante buena para Europa. Otros países de la eurozona quizá desearían otra cotización, pero desde una perspectiva común, creo que la situación es ideal". Flaig matiza, sin embargo, que si el euro se siguiera depreciando "tendríamos el problema de que los precios de las importaciones subirían demasiado".

La supuesta debilidad del euro es una idea que no todos comparten. Michael Schröder dice que le sorprende leerlo en la prensa. "Respecto a un año antes, el euro sigue al mismo nivel. Si se compara con las cotizaciones del último trimestre, que llegaron a 1,36 dólares por euro, se ha depreciado un poco, pero estas oscilaciones no son demasiado grandes para una cotización de divisas". Por su parte, Volker Hofmann, economista de la Federación de Bancos Alemanes (BDB), afirma que "el euro sigue estando sobrevalorado".

¿Por cuánto tiempo lo seguirá estando? Aquí hay cierto consenso. Una encuesta realizada por la BDB entre sus institutos miembros revela que el euro se seguirá apreciando a largo plazo por el alto déficit exterior estadounidense, pero a corto plazo se va a mantener más bajo por los altos tipos de interés en Estados Unidos y el debilitado crecimiento económico en Europa. "La cotización se estabilizará en los próximos meses entre 1,20 y 1,25 dólares", prevé Hofmann.

"Creo que la fortaleza actual del dólar es pasajera y el euro se moverá a lo largo del año hacia los 1,25 dólares para mantenerse entre 1,25 y 1,30", pronostica el holandés Janwillem Acket, economista jefe de la banca de inversiones Julius Bär de Zúrich (Suiza). "Si se publican datos negativos en Estados Unidos -que es lo que esperamos- y la situación de la Unión Europea no empeora más, el euro se irá apreciando en el cuarto trimestre", puntualiza, Acket.

Los tipos americanos

"Los factores que apuntalan al dólar como reflejo del mayor crecimiento de la economía estadounidense y de las subidas de tipos de la Reserva Federal van a desaparecer pronto. La Fed dejará de subir los tipos en otoño y para el año que viene esperamos un menor crecimiento en Estados Unidos", explica Balz. "En ese contexto se volverá a hablar de su déficit exterior, del que ahora parece haberse olvidado todo el mundo". Por el contrario, Balz no espera mucho del crecimiento en la eurozona. "Puede haber una mejora, pero será mínima. De todas maneras, juega un papel más importante lo que pase en Estados Unidos que en la zona euro".

¿Es la Unión Económica y Monetaria positiva para la economía europea? Preguntas sobre si la renuncia a las monedas nacionales ha valido la pena se han hecho frecuentes en el último mes en países de bajo crecimiento, sobre todo en Alemania e Italia. "El euro no ha perjudicado a Alemania. Los problemas de Alemania vienen de la reunificación y de cuestiones estructurales. Lo que sí ha hecho es quitarle una ventaja que tenía con respecto a otros países europeos que solían tener los tipos de interés bastante más altos", dice Michael Schröder, del ZEW.

Sin el euro, cree Schröder, Alemania no estaría ni mejor ni peor, ya que antes tenía los tipos relativamente bajos. Pero países como Italia, España, Portugal y Grecia se beneficiaron de los tipos bajos con la entrada del euro. La propuesta del ministro italiano, Roberto Maroni, de volver a la lira la considera absurda: "los problemas que tiene Italia serían aún mayores de no ser por el bajo nivel actual de los tipos de interés. Si Italia volviera a la lira arruinaría su economía".

Desde pensar que el Banco Central Europeo (BCE) subiría los tipos de interés para la zona euro en la segunda mitad de este año, la débil conyuntura de los países de la eurozona y la contención de la inflación han llevado a los mercados a especular sobre una eventual bajada de tipos, que se mantienen en el 2% desde hace más de dos años. Importantes figuras del banco central, como el alemán Otmar Issing, su economista jefe, han dejado entrever que un paso en esa dirección no está descartado. El mismo presidente, el francés Jean-Claude Trichet, ya no lo rechaza con la misma vehemencia que hace unos meses y deja ver en sus comunicados cierta preocupación por el lento crecimiento que registran los países del euro.

Los tipos en Europa

Pero entre los analistas consultados hay consenso en que el BCE no dará ese paso. "Con los últimos datos de coyuntura, que pronostican para la eurozona apenas un crecimiento del 1,5% para este año, creemos que el BCE no moverá los tipos. Y no esperamos que los suba en este año", comenta Volker Hofmann. "Para que los baje tendría que haber un verdadero bache en el crecimiento de la eurozona -que bajara del 1%-, pues el BCE está preocupado por la evolución de los precios en los mercados de capitales -especialmente en el mercado immobiliario en países como España-, y la masa monetaria siga creciendo con demasiada fuerza", añade el economista de la BDB.

"Yo creo que el BCE va a esperar un poco más y se va a reservar la posibilidad de bajar los tipos para el caso de que la evolución de la economía sea más negativa de lo que se espera", explica Gebhard Flaig. El economista del Ifo no cree que el descenso de tipos en Suecia tenga ninguna incidencia sobre las decisiones del BCE, como se especuló la semana pasada. "Suecia no es tan importante para el BCE", opina Flaig.

Una encuesta realizada por el ZEW entre 350 analistas financieros muestra una opinión general de que los tipos se mantendrán inalterados los próximos seis meses. "Con la inflación que tenemos actualmente en Europa, de cerca del 2%, que es el objetivo del BCE, el nivel de tipos es adecuado", cree el analista del ZEW. "Esperamos que el BCE mantenga los tipos en el 2% hasta finales de 2006 porque la coyuntura no va a recuperarse tanto como para que decida subirlos", dice Balz, del Commerzbank.

"La estrategia del BCE se basa en dos pilares: la estimación de la situación económica y la vigilancia de la masa monetaria. La situación actual de ésta última ofrece motivos para subir los tipos. Pero si los bajara, tendría que cambiar su estrategia porque el pilar monetario es una parte fundamental de su estrategia y ahora mismo es un argumento contrario a una bajada de tipos. Por eso creo que los dejarán como están", argumenta Axel Lindner, de Halle, quiencree que no habrá cambios en este sentido hasta bien entrado el próximo año. Janwillem Acket sitúa el primer movimiento a más largo plazo: "No veo necesidad de moverlos hasta 2007".

Sólo Alfred Steinherr, director del departamento de Macroeconomía y Coyuntura del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW) de Berlín, augura un próximo recorte de los tipos. "Esperamos que el BCE baje los tipos, primero un cuarto de punto y luego quizás otro, no más de medio punto en total", pronostica Steinherr, que también es catedrático en una universidad italiana.

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