Las mujeres trabajan a diario una hora más que los hombres

Las divorciadas dedican más tiempo que los divorciados al empleo fuera de casa

Las mujeres trabajan en España a diario una hora más que los hombres, porque, aunque ellos dedican de media 4,39 horas al empleo remunerado frente a las 2,30 de ellas, las mujeres completan esa jornada con casi cinco horas de trabajo doméstico, algo en lo que ellos ocupan sólo hora y media. Lo explicó ayer la catedrática de Sociología e investigadora del CSIC María Ángeles Durán. Ése es "el precio de la libertad" que están pagando las mujeres, dijo al presentar los resultados de un estudio sobre el trabajo en Europa.

En toda Europa la carga global del trabajo es mayor para las mujeres, ...

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Las mujeres trabajan en España a diario una hora más que los hombres, porque, aunque ellos dedican de media 4,39 horas al empleo remunerado frente a las 2,30 de ellas, las mujeres completan esa jornada con casi cinco horas de trabajo doméstico, algo en lo que ellos ocupan sólo hora y media. Lo explicó ayer la catedrática de Sociología e investigadora del CSIC María Ángeles Durán. Ése es "el precio de la libertad" que están pagando las mujeres, dijo al presentar los resultados de un estudio sobre el trabajo en Europa.

En toda Europa la carga global del trabajo es mayor para las mujeres, pero no en todos los países están tan mal repartidas las tareas del hogar. Los países nórdicos son los más igualados, y España, aunque parecida a Alemania o a Francia, presenta las cifras más extremas. Estos datos, que ayer se presentaron en la Fundación BBVA, se han elaborado a partir de encuestas en cada país europeo (una del Instituto Nacional de Estadística para España), mediante el Eurostat y con trabajos del CSIC. Los hombres siempre superan a las mujeres en el tiempo que dedican al trabajo remunerado, en todas las edades, desde los 18 hasta los 65.

A partir de los 25 años las horas de trabajo remunerado caen notablemente para las mujeres, mientras que ellos viven su mejor periodo laboral. A esa edad los hijos y la casa roban a la mujer las horas de trabajo fuera, que ellos tienen. Y también el estado civil es muy significativo, porque cuando hombres y mujeres se casan, ellos aumentan casi una hora el empleo remunerado mientras que ellas ven cómo se reduce en hora y media. En caso de estar divorciados el trabajo de la mujer fuera de casa ocupa más horas que el de los hombres (4,68 horas frente a 4,50). Y lo mismo ocurre con las viudas. También a la llegada de la edad de jubilación, si hay que seguir trabajando, ellas emplearán más tiempo.

Entiende Durán que, cuando hay necesidad de trabajar en esa edad, las mujeres tienen que hacerlo más duramente porque están pagando lo que no trabajaron antes, ahorros que no tienen, pensiones que les faltarán. "Es el coste invisible de la familia y de la maternidad", subrayó la socióloga. Las mujeres dedican al año 561 horas al cuidado de los niños, frente a las 157 que emplean los hombres. Con los niños, ironizó, lo hemos "arreglado": "Dado que ocupan mucho tiempo, hemos decidido no tenerlos". Pero ¿qué pasa con los viejos?, se preguntó Durán: "Ellos están ahí, y son las mujeres las que los atienden en su mayoría". Y cuando llega el fin de semana, el domingo especialmente, los hombres ganan dos horas de tiempo respecto a los días laborables, media hora más que las mujeres.

Cocinar y limpiar

El tiempo medio que se dedica en España al trabajo remunerado es de 860 horas anuales por persona mayor de 18 años. Pero a cocinar se dedican 793 horas, más de lo que se emplea "en industria o agricultura". Y las 558 horas para tareas de limpieza son más que las que se destinan en todo el sector servicios, explicó Durán, que concluyó que éste es un país "de hogares". Todo esto, traducido al lenguaje femenino, conduce a esta opinión de la socióloga: "Lo queremos todo, tratamos de conciliar cosas que entre sí son difíciles. Somos mujeres orquesta, queremos tocar todos los palillos".

A juicio de Durán, es "fundamental" que se concilie la vida familiar y la laboral y que se cambien los horarios. Pero advierte: "No basta con cambiar los horarios laborales, también los del comercio y los de las guarderías porque, si no, sería un caos". "No habrá transformación verdadera mientras demos la espalda a lo que ocurre en casa", zanjó.

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