UN GRAN ESTUDIOSO DE LA ESPAÑA ACTUAL

Un hombre incansable

La primera obra importante de Javier Tusell estudió, en pleno franquismo, las elecciones de febrero de 1936, ganadas por el Frente Popular, trabajo que llevó a cabo científicamente, apartándose de los apriorismos. Se afincó en Madrid, fue catedrático muy joven y actualmente ocupaba una cátedra de Historia Contemporánea en la UNED. Verdaderamente incansable, nunca limitó su actividad a las tareas investigadoras y académicas. En el declive del franquismo, participó en el entusiasmo de la transición política.

Se convirtió en uno de los mejores especialistas sobre la derecha española y sobr...

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La primera obra importante de Javier Tusell estudió, en pleno franquismo, las elecciones de febrero de 1936, ganadas por el Frente Popular, trabajo que llevó a cabo científicamente, apartándose de los apriorismos. Se afincó en Madrid, fue catedrático muy joven y actualmente ocupaba una cátedra de Historia Contemporánea en la UNED. Verdaderamente incansable, nunca limitó su actividad a las tareas investigadoras y académicas. En el declive del franquismo, participó en el entusiasmo de la transición política.

Se convirtió en uno de los mejores especialistas sobre la derecha española y sobre las históricas actitudes de la democracia cristiana, a la que se había sentido próximo. Perteneció al comité científico de Historia-16 desde su fundación y, también desde su primer número, al de La aventura de la historia. Autor de más de medio centenar de libros e innumerables artículos, compartió la autoría de algunos con su esposa y compañera de departamento, Genoveva Queipo de Llano.

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Esta frenética labor no consumió su actividad, que también se prodigó en los medios de comunicación. Siempre combativo, se opuso públicamente al monopolio documental de la Fundación Francisco Franco, y cuando ya hace años la revista Historia-16 planteó el problema de los papeles de Salamanca, defendió claramente su devolución a Cataluña, actitudes que le ganaron no pocas incomprensiones y enemigos.

Desde hace dos años luchaba por la vida acompañado por Genoveva cerca del hospital Clínico de Barcelona, donde le trataban la terrible enfermedad que lo ha matado. Durante todo este tiempo no desfalleció en ningún aspecto, hasta el extremo de ingresar con su ordenador portátil en un espacio aséptico para seguir trabajando y mantener una línea telefónica privada en su domicilio ocasional de enfermo para no faltar a sus citas con la radio, donde no podía acudir en persona. El próximo lunes, cuando la SER abra su tertulia, echaremos en falta su voz y su juicio.

Gabriel Cardona es profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Barcelona.

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