56ª FERIA DEL LIBRO DE FRANCFORT

Fatema Mernissi defiende el poder globalizador del islam

Galardonada con el último Premio Príncipe de Asturias a las Letras, junto a Susan Sontag, Fatema Mernissi (Fez, 1940) tiene la habilidad de abordar los temas más espinosos a través de abundantes recursos narrativos. Un libro para la paz (El Aleph) aparece ahora con un fuerte contenido político, ya que discute cuál es el camino para romper la dinámica de violencia y se pregunta si es el del cowboy americano o el del marino Simbad, pero se deja leer también como una colección de historias. De los antiguos árabes, de los sabios musulmanes, del islam.

Esa voluntad narrativa y ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Galardonada con el último Premio Príncipe de Asturias a las Letras, junto a Susan Sontag, Fatema Mernissi (Fez, 1940) tiene la habilidad de abordar los temas más espinosos a través de abundantes recursos narrativos. Un libro para la paz (El Aleph) aparece ahora con un fuerte contenido político, ya que discute cuál es el camino para romper la dinámica de violencia y se pregunta si es el del cowboy americano o el del marino Simbad, pero se deja leer también como una colección de historias. De los antiguos árabes, de los sabios musulmanes, del islam.

Esa voluntad narrativa y su afán por tomarse el tiempo que sea necesario para tratar cualquier asunto muestra que sus orígenes nada tienen que ver con los de una sociedad que resuelve los temas a toda velocidad. "Derrida ha muerto, qué perdida más grande", comentaba el sábado por la tarde en la Feria de Francfort. Luego se refirió al origen judío del filósofo y a su vida en Argel. "Pero seguro que allí ocurría lo que pasa en Fez: que una calle separa los barrios musulmán y judío, y que en cada barrio existen los mismos apellidos. Sólo varían los nombres: en un sitio, Mohamed; en el otro, Sholom". Entre otros, asegura, no hay grandes diferencias. "Las identidades se inventan en según qué circunstancias para obtener algún beneficio económico".

De lo que quiere hablar Fatema Mernissi sobre todo es de la dimensión del islam que destaca en su libro: su capacidad de comunicación. Como Simbad, que dejó Bagdad y llegó a las islas del Índico y a los mares de China, y superó el miedo y aprendió de los otros. "El islam puso en contacto los lugares más distantes del planeta y supo respetar las peculiaridades de cada cual", dice Mernissi. "El eterno dilema al que se enfrentaron los califas de la dinastía Abásida fue si debían aniquilar a los adversarios hindúes o budistas, o bien dialogar con ellos, y, al final, optaron por lo segundo, que les pareció el método más beneficioso", escribe en el libro. Y es eso lo que cuenta y defiende: que el islam fue el que desencadenó la primera globalización. "Vas a Nueva Delhi, vas a Lahore, y estás como en casa. Hay algo que tenemos en común, inaprensible, y eso es lo que trajo el islam".

Uno detrás de otro, Fatema Mernissi cita a distintos califas y sabios que defendieron la pluma antes que la espada como forma de acercarse al otro. "Los cruzados se vieron obligados a matar a Saladino porque muchos de los cristianos se convertían cuando descubrían su capacidad de diálogo". Y esa máxima que repite -"comunicar es añadir la inteligencia de los otros a la tuya propia"- es la que defiende al fin en su libro. Romper con la imagen de un islam violento y cerrado y recuperar su talante abierto y comunicativo.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Sobre la firma

Archivado En