Rouco afirma que el Estado no financia actividades de la Iglesia desde 1982

El Arzobispado de Madrid, cuyo titular es Antonio María Rouco, afirma en un editorial en su web, titulado Cuestión de mayorías,que desde 1982 los presupuestos del Estado no financian ninguna actividad de la Iglesia católica. Además ve "lógico" que una religión con más del 70% de la población ("una mayoría de españoles, pese a quien pese") aparezca en la casilla del IRPF y no otras confesiones minoritarias. "Se prefiere no saber que la financiación de la Iglesia ligada al Estado, en cuanto la declaración de la renta, es un sistema basado en la asignación de un porcentaje de la cuo...

El Arzobispado de Madrid, cuyo titular es Antonio María Rouco, afirma en un editorial en su web, titulado Cuestión de mayorías,que desde 1982 los presupuestos del Estado no financian ninguna actividad de la Iglesia católica. Además ve "lógico" que una religión con más del 70% de la población ("una mayoría de españoles, pese a quien pese") aparezca en la casilla del IRPF y no otras confesiones minoritarias. "Se prefiere no saber que la financiación de la Iglesia ligada al Estado, en cuanto la declaración de la renta, es un sistema basado en la asignación de un porcentaje de la cuota líquida (...) Y todo ello en base al artículo primero del Acuerdo de 1979 que se hace eco de la libertad religiosa del individuo".

Por su parte, el teólogo Olegario González de Cardedal afirmó ayer en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander que "es claro" que la Iglesia "debe ir a una autofinanciación", informa Antonio Fraguas. González de Cardedal respondió asimismo al ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, que la semana pasada dijo que "se tendrían que acabar" las ayudas del Estado a la Iglesia. "Uno se sonríe agradecidamente, incluso irónicamente", dijo el teólogo, "cuando un Gobierno quiere echar un jaque a la Iglesia y dice: 'Oiga, que les quitamos la subvención'. Los términos en que el señor Caldera hablaba eran literalmente los que utilizó el almirante Carrero, en un momento histórico cuando la Iglesia, hablando con absoluta claridad sobre el régimen de Franco, dijo lo que tenía que decir; y Carrero dijo: 'Oiga, ahí está la puerta".