Sanidad valenciana no pidió permisos para las células madre

El Gobierno autonómico reconoce que autorizó por su cuenta la manipulación embrionaria

La Consejería de Sanidad valenciana autorizó por su cuenta la obtención de dos líneas celulares a partir de embriones humanos congelados, a espaldas al Ministerio de Sanidad y Consumo, el responsable legal de autorizarlas. No esperó a que empezara a funcionar el organismo estatal encargado de supervisar estas investigaciones. "Suplimos esa laguna como organismo público con competencias en investigación que somos", comentaron fuentes de la Administración autónoma. El Gobierno central afirma que esta investigación, anunciada el pasado jueves, está fuera de la ley.

En el organigrama del Ce...

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La Consejería de Sanidad valenciana autorizó por su cuenta la obtención de dos líneas celulares a partir de embriones humanos congelados, a espaldas al Ministerio de Sanidad y Consumo, el responsable legal de autorizarlas. No esperó a que empezara a funcionar el organismo estatal encargado de supervisar estas investigaciones. "Suplimos esa laguna como organismo público con competencias en investigación que somos", comentaron fuentes de la Administración autónoma. El Gobierno central afirma que esta investigación, anunciada el pasado jueves, está fuera de la ley.

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En el organigrama del Centro Nacional de Trasplantes y Medicina Regenerativa (Cenatmer) existe una comisión que es la entidad encargada de autorizar las investigaciones con embriones humanos. Pero este organismo "ni está creado, ni se sabe cuándo se va a crear", apuntan fuentes de la consejería de Sanidad de la Generalitat Valenciana a cuyo frente se encuentra Vicente Rambla, del PP. "Como había un grupo de investigadores con un proyecto muy avanzado", la consejería optó por "suplir esa laguna" y "en el ejercicio de sus competencias en investigación" decidió autorizar el proyecto que ha permitido a un equipo, dirigido por Carlos Simón, responsable de Investigación del Instituto Valenciano de Infertilidad, la obtención de las dos primeras líneas celulares derivadas en España a partir de embriones congelados. "No era lógico tener parada la investigación", sostiene la consejería.

En ningún momento se solicitó el visto bueno del Ministerio de Sanidad, admiten las mismas fuentes, aunque aseguran que Rafael Matesanz, director del Cenatmer "lo sabía desde hace tiempo". Tampoco está desarrollado el reglamento encargado de regular el consentimiento de los progenitores de los embriones destinados a investigación, una de las condiciones que fija la ley para permitir su manipulación, además de exigir que lleven más de cinco años congelados. "Nosotros supervisamos el proyecto y al comprobar que los responsables de la investigación habían solicitado los permisos a los padres y los embriones cumplían con los criterios fijados, concedimos el permiso".

Simón echó a andar en marzo con su equipo pero como responsable de derivación celular de un nuevo centro dependiente de la Generalitat -CSAT- que se inaugurará en septiembre, y vinculado al Cenatmer mediante un convenio. Sin embargo, la consejería de Sanidad comentó ayer que los permisos paternos se solicitaron entre los meses de enero y febrero sin solicitar autorización al Cenatmer. Sólo en junio se remitieron al centro estatal las fichas de los proyectos de investigación con células embrionarias contemplados, a petición del organismo, así como el inventario completo de los embriones congelados en la Comunidad Valenciana entre junio de 1990 hasta octubre de 2003.

Infracción grave

"El CSAT y la Consejería han cumplido escrupulosamente con la legislación vigente", sostienen desde la administración autonómica. El punto de vista del Ministerio de Sanidad es totalmente opuesto. "Si se ha hecho lo que se dijo el jueves que se había hecho, lo cual tenemos todavía que comprobar, se ha quebrado el cumplimiento de la ley", afirmó ayer Fernando Lamata, secretario general del departamento. Lamata confirmó que no se ha cumplido la solicitud del informe "preceptivo y vinculante" de la comisión del centro nacional (que todavía no funciona, por lo que no ha podido autorizar ningún proyecto de investigación) y que cuando se reciba la información solicitada a la consejería de Sanidad valenciana se decidirán las medidas a tomar. "Sorprende esta actuación fuera de la ley de un equipo investigador amparado por el Gobierno del PP en Valencia", comentó y consideró, que puede tratarse de una infracción grave en una materia "muy delicada".

"No se trata de obstaculizar el avance de la ciencia sino de que el Estado garantice a la sociedad que en un campo tan delicado se actúa de manera precisa y según lo aceptado socialmente", precisó Lamata, quien señaló también que "sin prisas y sin pausa" se va a desarrollar la ley vigente y hacer una nueva ley más completa.

Asimismo confirmó Lamata que sólo existe un proyecto de investigación similar presentado para su aprobación. Se trata del proyecto largamente bloqueado de Bernat Soria, quien ayer confirmó que se envió a Matesanz a principios de año, tras ser aprobado en la Junta de Andalucía, y que ni siquiera pretende derivar líneas de células madre sino utilizar las ya existentes para diferenciarlas en células productoras de insulina. Soria se mostró crítico con la demora en el desarrollo de la ley y con la situación en que queda ahora Matesanz, si conoció los experimentos de Valencia.

Edificio donde está previsto conservar las líneas celulares obtenidas en el Instituto de Valenciano de Infertilidad.SANTIAGO CARREGUÍ

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