El Ministerio de Cultura implicará a otros tres departamentos en la promoción de la lectura

El director general del Libro, Rogelio Blanco, quiere duplicar los fondos de las bibliotecas

El dios de la meteorología ha sido generoso con el mundo del libro. Hace un tiempo espléndido en Santiago de Compostela y acompaña a los editores. El nuevo director general del Libro, Rogelio Blanco, les dio ayer, en el V Congreso de Editores, buenas noticias: se mantendrá y ampliará el Plan de Fomento de la Lectura. El Ministerio de Cultura, dijo, implicará a otros ministerios. El primero, el de Educación, que, como dijo su secretario general, Alejandro Tiana, ya está entregado, al de Trabajo y Asuntos Sociales y al de Interior. Tienen presupuesto, que no especificó para este plan.

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El dios de la meteorología ha sido generoso con el mundo del libro. Hace un tiempo espléndido en Santiago de Compostela y acompaña a los editores. El nuevo director general del Libro, Rogelio Blanco, les dio ayer, en el V Congreso de Editores, buenas noticias: se mantendrá y ampliará el Plan de Fomento de la Lectura. El Ministerio de Cultura, dijo, implicará a otros ministerios. El primero, el de Educación, que, como dijo su secretario general, Alejandro Tiana, ya está entregado, al de Trabajo y Asuntos Sociales y al de Interior. Tienen presupuesto, que no especificó para este plan.

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No lo tienen, en cambio, para la mejor dotación de las bibliotecas. Hay un déficit, dijo, de 20 millones de libros para acercarse al nivel "noreuropeo-escandinavo". "La inversión en fondos sería de no menos de 50.000 millones de pesetas" [300 millones de euros]. Sin contar con la construcción de nuevas bibliotecas y la rehabilitación de las antiguas más la incorporación de los actuales medios tecnológicos. Lo intentarán. "Aunque el presupuesto es el que es" y "si se pone en un lado se quita de otro".

Blanco, de entrada, gusta a los editores. Hizo algo estupendo, a lo que en los últimos ocho años no estábamos acostumbrados: alabó el trabajo del equipo saliente. Y lo mismo hizo Tiana. "Deseo reconocer y agradecer la herencia depositada por Fernando de Lanzas, anterior director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, y por Luis González, subdirector de Promoción del Libro". "Llevaron su responsabilidad más allá de los avatares políticos", afirmó Blanco en la sesión de trabajo dedicada a la promoción del libro y de la lectura, moderada por Emiliano Martínez, presidente de Santillana.

De Lanzas continuará en la Administración, y González, tan apreciado por editores, se ha incorporado ya a la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Fundación que, una vez más, en este congreso ha demostrado su excelente labor, pionera en la investigación y promoción de la lectura.

Blanco mantuvo un breve encuentro con periodistas y habló de los problemas "candentes" que le preocupan. El Archivo de Salamanca, el primero. Lo que va a pasar con su futuro "será una decisión política". "No tenemos aún fecha, pero la ministra [Carmen Calvo] nos ha pedido que reunamos cuanto antes al patronato. Blanco no fue explícito, pero sí dejo entrever lo que piensa. "Los expertos que integran el patronato consideran que sería terrible su desmembración y esto podría ocurrir con otros archivos en los que hay más países implicados, el Archivo de Indias o el de la Corona de Aragón, por ejemplo".

"La Generalitat [de Cataluña] considera que los fondos allí depositados son un botín de guerra y exigen su devolución. Hay un valor sentimental" que no se puede obviar. "Los estratos de investigación se pueden mantener de muchas maneras. Los investigadores no trabajan con el original, sino con copias".

Las bibliotecas son el segundo tema que le preocupa. "El programa del partido socialista quiere llegar a los indicadores europeos". En Europa, en general, las bibliotecas tienen unos 40 millones de libros. "O sea, que en España tenemos un déficit de 20 millones. Nuestro reto es llegar a los 40 millones, lo que significará unos ingresos importantes para los editores".

Los inmigrantes del Este tienen hábitos de utilización de las bibliotecas superiores a los de los españoles. Esto se ha visto, por ejemplo, en el barrio de Vallecas, en Madrid. "También a ellos estará dirigido el Plan de Fomento de la Lectura. Y ahí se implicará el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, como en centros de mujeres, etcétera". Otro ministerio que colaborará será el de Interior, "para que llegue y se beneficie la población reclusa".

El Ministerio de Defensa, señaló Blanco, se ha comprometido asimismo a llevarlos a los reclutas. A los editores les pareció estupendo, pero, desconfiados como son, esperan ver resultados prácticos. Todos están de acuerdo en que el plan del anterior equipo ha funcionado dentro de unos límites. Si no hubiera sido puesto en marcha hace cuatro años hubiera sido peor, concluyen.

El tercer tema que abordó el director general del Libro es la directiva europea que exige a España que, en las bibliotecas, los lectores paguen un canon por derechos de autor por el préstamo de libros. "Si la suma económica que implica la aplicamos de forma inmediata significa la estrangulación de la adquisición de fondos para bibliotecas, la construcción de nuevas bibliotecas o la rehabilitación de otras, que necesitan cosas tan sencillas, por ejemplo, como una adecuada climatización para conservar los libros".

El tema es peliagudo, tanto como la pretendida rebaja del IVA al 1% para libros y prensa. Manda Europa que, como se han hartado de repetir los pequeños editores, es la Europa de los mercaderes. "El canon se inició a partir de una propuesta de los países nórdicos, que tienen una red de bibliotecas muy desarrollada. No es el caso de España".

El clamor general es que ese canon lo asuma el Estado. A priori, todos están de acuerdo en la remuneración de los autores, pero ¿quién lo paga? Menos del 50% de los españoles compra libros y menor es el porcentaje de quienes los leen. "No hay que poner más trabas a la lectura", dicen los bibliotecarios, presentes y activos en este congreso, que hoy acaba.

"Hay que contextualizar nuestras necesidades", dijo el director general del Libro, que no olvidó recordar que, aparte de las bibliotecas estatales, la gestión de la mayoría está transferida a las comunidades autónomas. "Vamos a implicar a todos los sectores", afirmó, para ver cómo salir del atolladero.

Rogelio Blanco (en el centro), entre la directora de Promoción Cultural de la Xunta, Carmen García, y el presidente del Grupo Santillana, Emilio Martínez.EFE
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