Zapatero expondrá hoy en Madrid a los grandes líderes el giro de la política exterior
El presidente electo tiene previsto reunirse con Chirac, Schröder, Blair, Miller y Colin Powell
José Luis Rodríguez Zapatero debutará hoy en la escena internacional como presidente electo del Gobierno, al hilo de la gran afluencia de líderes a los funerales de las víctimas del 11-M. El secretario general del PSOE tenía previsto hacer este debut hoy mismo en Bruselas, en la reunión que la Internacional Socialista celebra la víspera de cada Consejo Europeo, pero ha cancelado la cita para poder asistir al funeral y se reunirá en Madrid con el presidente francés y los primeros ministros de Alemania, Reino Unido y Polonia, así como con el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell.
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José Luis Rodríguez Zapatero debutará hoy en la escena internacional como presidente electo del Gobierno, al hilo de la gran afluencia de líderes a los funerales de las víctimas del 11-M. El secretario general del PSOE tenía previsto hacer este debut hoy mismo en Bruselas, en la reunión que la Internacional Socialista celebra la víspera de cada Consejo Europeo, pero ha cancelado la cita para poder asistir al funeral y se reunirá en Madrid con el presidente francés y los primeros ministros de Alemania, Reino Unido y Polonia, así como con el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell.
Zapatero tendrá, así, la oportunidad de realizar una primera exposición de los cambios radicales que se dispone a introducir en la política exterior española a los máximos representantes de los países más afectados por los dos grandes vectores de ese giro, el restablecimiento de la primacía de la Unión Europea y el consiguiente replanteamiento de la relación con Washington.
Ninguno de ellos faltará a la cita con Zapatero. Ni siquiera el presidente francés, Jacques Chirac, a pesar de que fuentes diplomáticas galas habían indicado en un primer momento que prefería no mezclar la manifestación de duelo que motiva su viaje a Madrid con asuntos políticos.
En cambio, ni el británico Tony Blair ni el alemán Gerhard Schröder ni el polaco Leszek Miller ni el ya citado Powell tuvieron nunca inconveniente alguno para desfilar por la sala Mariana Pineda, del Congreso de los Diputados, donde se celebrarán estos encuentros.
Blair será el primero en hacerlo, al filo de la 10 de la mañana. Luego vendrá el turno del polaco, y, por la tarde, tras los funerales, a partir de las dos, se sucederán Chirac, Powell y Schröder. Zapatero se desplazará a las cinco de la tarde a la Embajada de Portugal para visitar al presidente luso, Jorge Sampaio.
Las primeros grandes encuentros del próximo presidente del Gobierno, que estará acompañado por Miguel Ángel Moratinos -el diplomático que el propio Zapatero ha señalado como futuro ministro de Asuntos Exteriores-, no estarán seguidos de las habituales ruedas de prensa. El anfitrión así lo ha decidido, probablemente en consonancia con el luto que caracterizará a la jornada.
No serán simples saludos
El tiempo previsto para cada reunión indica, sin embargo, que no se tratará de simples saludos. Una hora para Blair o Miller, media hora para Chirac, 45 minutos para Powell y el tiempo que quiera Schröder serán más que suficientes para abordar las grandes líneas y las decisiones más concretas que Zapatero tiene previsto tomar en los próximos meses, a fin de deshacer el giro de 180 grados que José María Aznar impuso a la política exterior española durante los últimos tres años.
La eventual retirada de las tropas españolas de Irak, las características que debería tener la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU capaz de evitarla o las perspectivas del acuerdo rápido sobre el sistema de decisión en el Consejo Europeo que se necesita para que la Constitución europea sea aprobada antes de julio son los temas que, sin duda, serán abordados.
Chirac y Schröder son los líderes que más chocaron con Aznar, tanto en torno al conflicto de Irak como en relación con la distribución del poder en la UE ampliada. A Zapatero le toca ahora lograr su cooperación para que la situación española en Irak se resuelva sin traumas, y demostrar, además, flexibilidad a fin de que las negociaciones sobre la Constitución Europea se resuelvan con un compromiso honorable. El líder socialista apenas conoce al presidente francés, pero mantiene una relación cordial con el canciller alemán.
Blair, al que Zapatero visitó recientemente en Londres, sin lograr por ello acortar la distancia política, pese a que ambos se remiten a la misma tradición ideológica, es el dirigente más activo en la búsqueda de una nueva solución en la ONU que facilite la permanencia en Irak de las tropas españolas. Las claves finales de esa negociación están en manos del país que representa Powell, quien ha declarado su empeño porque las relaciones con el nuevo Gobierno español sigan siendo tan buenas como las que tenía EE UU con el precedente. Y Miller es el mandatario más directamente afectado tanto por la retirada española de Irak -que aumentaría la responsabilidad de Polonia sobre la zona que controla junto a España- como por el cambio de posición de Madrid en relación con la Constitución, que deja a Varsovia en el aislamiento más absoluto.
Agenda de urgencia
Esta agenda de Zapatero ha sido preparada a la carrera, ya que hasta el pasado jueves no se hizo evidente la gran presencia internacional en unos funerales que, en principio, estaban planteados como un puro homenaje del Estado a las víctimas.
Finalmente, además de los ya citados, estarán en La Almudena los primeros ministros de Irlanda, Bertie Ahern, presidente de turno de la UE; de Bélgica, Guy Verhofstadt; de la República Checa, Vladimir Spidla; de Rumania, Adrian Nastase, y de Albania, Fatos Nano, así como los presidentes de Portugal, Jorge Sampaio; de Italia, Carlo Azeglio Ciampi, y del Parlamento Europeo, Pat Cox, además de los príncipes Carlos de Inglaterra, Mulay Hasan de Marruecos, Alberto de Bélgica y Alberto de Mónaco, entre otros.