Rubén Gallego gana el Booker, principal premio literario ruso

"Acababa de pedir 200 euros", dice el autor

Rubén Gallego, de 35 años, se ha convertido en el mejor escritor ruso de este año al ganar el prestigioso Premio Booker, que en ese país otorga desde hace dos años la fundación Rusia Abierta, que preside el encarcelado magnate Mijaíl Jodorkovski. Gallego, que padece parálisis cerebral, ha recibido el galardón, dotado con 15.000 dólares, por su libro autobiográfico Blanco sobre negro, editado en España por Alfaguara.

La obra relata su vía crucis por los orfanatos soviéticos especializados en retrasados mentales y por un asilo de ancianos que abandonaba hasta la muerte a los enferm...

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Rubén Gallego, de 35 años, se ha convertido en el mejor escritor ruso de este año al ganar el prestigioso Premio Booker, que en ese país otorga desde hace dos años la fundación Rusia Abierta, que preside el encarcelado magnate Mijaíl Jodorkovski. Gallego, que padece parálisis cerebral, ha recibido el galardón, dotado con 15.000 dólares, por su libro autobiográfico Blanco sobre negro, editado en España por Alfaguara.

La obra relata su vía crucis por los orfanatos soviéticos especializados en retrasados mentales y por un asilo de ancianos que abandonaba hasta la muerte a los enfermos como él cuando cumplían 18 años. Si Rubén, nieto oculto del líder comunista Ignacio Gallego, no corrió la misma suerte que sus compañeros fue por su gran fuerza vital.

Al anunciar el fallo, el poeta Maxim Amelin dijo que la decisión había sido difícil y que Gallego ganó por un solo voto. Dos factores determinaron su victoria, agregó: los problemas que trata la novela y su importancia testimonial, "que no puede dejar indiferente a nadie. Como el mismo Rubén ha dicho, el libro es un testimonio 'sobre una vida cruel, pavorosa y que, sin embargo, es mi infancia".

"No me lo esperaba", confesó Gallego en conversación telefónica desde su casa de Madrid. "¡Increíble, resulta que me han nombrado el mejor escritor ruso!", exclamó con voz alegre.

El dinero que recibirá le viene muy bien, según dijo: "Acababa de pedir prestados 200 euros para seguir tirando". Su madre, Aurora, no cabía en sí de felicidad por el triunfo de su hijo, al que durante más de tres decenios creyó muerto y con el que se reencontró hace dos.

Irina Yásina, representante de Rusia Abierta, dio por teléfono la noticia a Gallego, el único de los seis finalistas que no estaba presente en la ceremonia: "Me dijo: 'soy español y beberé champaña", relató Irina, quien recordó una frase que Rubén pronunció tras publicar la novela: "La vida poco a poco comienza a pagarme sus deudas".

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