Nace en el Reino Unido el bebé seleccionado para salvar a su hermano

La llegada del pequeño reabre el debate sobre los 'niños-medicamento'

El pasado lunes nació en Sheffield (norte de Inglaterra) el bebé genéticamente seleccionado para salvar a su hermano, que padece una extraña anemia por lo que requiere un tratamiento continuado muy doloroso y que le puede causar la muerte. Sus padres, Michelle y Jayson Whitaker, tras conocer la enfermedad de su hijo mayor decidieron recurrir a la fecundación in vitro, con diagnóstico preimplantación y selección de embriones para asegurar que el sistema genético de su nuevo bebé fuese el mismo o compatible con el de su hermano. Antes tuvieron otra hija de forma natural, pero sus tejidos ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El pasado lunes nació en Sheffield (norte de Inglaterra) el bebé genéticamente seleccionado para salvar a su hermano, que padece una extraña anemia por lo que requiere un tratamiento continuado muy doloroso y que le puede causar la muerte. Sus padres, Michelle y Jayson Whitaker, tras conocer la enfermedad de su hijo mayor decidieron recurrir a la fecundación in vitro, con diagnóstico preimplantación y selección de embriones para asegurar que el sistema genético de su nuevo bebé fuese el mismo o compatible con el de su hermano. Antes tuvieron otra hija de forma natural, pero sus tejidos no eran adecuados para el trasplante de células madre, la única opción para salvar al primogénito.

Los Whitaker, británicos, acudieron al Reproductive Genetics Institute de Chicago en EE UU para someterse a este tratamiento porque las autoridades de su país les negaron el permiso para someterse a este técnica de selección de embriones por razones legales y éticas. El Reino Unido la permite para evitar el nacimiento de bebés con enfermedades genéticas pero no para ayudar a vivir a otro niño como era el caso de los Whitaker.

Los doctores han extraído ya células madres del cordón umbilical del bebé y durante los próximos meses realizarán diversos análisis para comprobar que no padece la misma enfermedad que su hermano y que sus células son idóneas para el trasplante, lo que, según han comentado los médicos, no está garantizado al 100%.

El nacimiento de Jamie reabre la polémica sobre la ética de estas técnicas con estos fines. Lana Recchistky, del instituto de Chicago, aseguró ayer a la BBC: "Mucha gente cree que son bebés de diseño y están equivocados. No creamos nada nuevo, sólo escogemos el embrión que creemos que puede salvar la vida de su hermano". En la misma línea, Jayson Whitaker dijo que lo único que han hecho los médicos ha sido aumentar del 25% al 98% las probabilidades de salvar a su primogénito y aseguró que no seleccionaron rasgos como el sexo o el color de los ojos.

Un portavoz del Organismo para la Embriología y Fertilización Humana reiteró la opinión de esta entidad británica a favor de recurrir a estas técnicas para evitar el nacimiento de un bebé con una enfermedad genética pero nunca para salvar a otro niño. Uno de sus temores son las secuelas emocionales que puedan arrastrar los hermanos salvadores.

Archivado En