UNA NUEVA ENFERMEDAD

Una enfermedad más desconocida que peligrosa

La denominada neumonía asiática no es más grave que otras neumonías. Y su letalidad es más baja que otras enfermedades mucho más extendidas como la malaria o la disentería. El problema de la nueva enfermedad radica, según la OMS, en que carece de tratamiento, su vía de transmisión no ha sido del todo aclarada y que el agente causal aún es desconocido.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad, éstas son sus características.

- Síntomas. Son sospechosos de padecer neumonía asiática quienes tengan fiebre alta (más de 38 grados), problemas respirator...

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La denominada neumonía asiática no es más grave que otras neumonías. Y su letalidad es más baja que otras enfermedades mucho más extendidas como la malaria o la disentería. El problema de la nueva enfermedad radica, según la OMS, en que carece de tratamiento, su vía de transmisión no ha sido del todo aclarada y que el agente causal aún es desconocido.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad, éstas son sus características.

- Síntomas. Son sospechosos de padecer neumonía asiática quienes tengan fiebre alta (más de 38 grados), problemas respiratorios y hayan estado hace menos de 10 días en el sureste asiático o Toronto (Canadá). Según explica el miembro de la Sociedad Española de Neumología (Separ) José María Echave, las neumonías consisten en una inflamación pulmonar, y sus síntomas son "inespecíficos": fiebre alta (más de 38 grados) y problemas respiratorios. En esto la neumonía asiática es como las demás.

Más información

- Evolución. La neumonía atípica se comporta como las otras infecciosas: su periodo de incubación va de cinco a siete días. Después aparecen los síntomas. A la semana, un 90% de los enfermos mejora y un 10% empeora. La mortalidad ronda el 4%, aunque depende de las condiciones del paciente. Hasta la fecha no ha habido contagios ni muertes entre los menores de 15 años.

- Tratamiento. De momento no hay un remedio contra la neumonía atípica. Los tratamientos que se emplean son para los síntomas: antipiréticos y antiinflamatorios, entre ellos la rivabirina.

- Contagio. En contra de lo que suele pasar con las neumonías más comunes, ésta sí se transmite mediante el contacto con los enfermos o sus secreciones, incluidas las gotas que se emiten al respirar. La OMS estudia otras vías, como el contacto con objetos contaminados (pomos de puertas, botones de ascensor), alimentos o aguas residuales.

- Prevención. La primera autoprotección es evitar el contacto con enfermos y sus objetos. No bastan las mascarillas, porque quedan otras vías (mucosas, nariz, heridas) de posible contagio. La OMS ha recomendado no viajar a las zonas más afectadas (Guangdong y Hong Kong). El Ministerio de Sanidad ha ampliado la lista a Hanoi, Singapur, Taiwan y Toronto (Canadá). Además, si existe posibilidad de contacto, hay que extremar la higiene (lavado de manos, usar pañuelos desechables, no compartir cubiertos o juguetes).

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