Detectados cinco casos de 'vacas locas' en lo que va de año en Cataluña

En Cataluña se han detectado cinco focos de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), conocida como el mal de las vacas locas, en lo que va de año. El Departamento de Agricultura de la Generalitat ha confirmado cinco focos en los municipios de Banyoles (Pla de l'Estany), Ribera d'Urgellet (Alt Urgell), La Vall d'en Bas (Garrotxa), Peralada (Alt Empordà) y Vic (Osona).

El Diario Oficial de la Generalitat publicaba ayer la orden del Departamento de Agricultura por la que se declara oficialmente un foco de EEB en una explotación de Peralada con fecha de 6 de febrero.

La...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

En Cataluña se han detectado cinco focos de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), conocida como el mal de las vacas locas, en lo que va de año. El Departamento de Agricultura de la Generalitat ha confirmado cinco focos en los municipios de Banyoles (Pla de l'Estany), Ribera d'Urgellet (Alt Urgell), La Vall d'en Bas (Garrotxa), Peralada (Alt Empordà) y Vic (Osona).

El Diario Oficial de la Generalitat publicaba ayer la orden del Departamento de Agricultura por la que se declara oficialmente un foco de EEB en una explotación de Peralada con fecha de 6 de febrero.

La cifra de cinco casos es especialmente significativa si se compara con la del año anterior. Si se tiene en cuenta que en 2002 se registraron 10 casos de vacas locas en todo el territorio catalán, este año en sólo mes y medio (el último foco se detectó en Vic el pasado 13 de febrero) se han confirmado cinco casos, es decir, la mitad. Este dato contrasta aún más si se tiene en cuenta que en el año 2001 el número de reses afectadas por el mal de las vacas locas fue de seis.

En el conjunto de España, en lo que va de año se han detectado 20 casos de EEB. De éstos, además de los cinco de Cataluña, se han confirmado otros cinco en Galicia y en Castilla y León. En 2002 hubo 127 casos en todo el Estado, y en 2001, 82.

Tras la conformación de los positivos por parte de los laboratorios de referencia en las pruebas de detección de EEB, la norma señala que hay que sacrificar a todos los rumiantes de la explotación. Después se destruyen los cadáveres de forma que se asegure su destrucción total mediante incineración u otro método autorizado. Posteriormente se limpian y desinfectan todas las zonas de riesgo de la explotación y se realiza una encuesta epidemiológica, de la cual se puede derivar el sacrificio de animales sospechosos o enfermos. Finalmente, son las comunidades autónomas las que autorizan la reintroducción de animales en la explotación.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En