La biblioteca de Barcelona se ubicará fuera del mercado del Born
La biblioteca provincial de Barcelona se construirá fuera del antiguo mercado del Born, donde el pasado mes de marzo fueron hallados los restos de la ciudad que Felipe V mandó arrasar en 1714. Así lo acordaron ayer el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluña. El Ministerio de Cultura, que financia la construcción, destacó por su parte que se halla a la espera de la notificación oficial del Ayuntamiento para evaluar el nuevo emplazamiento.
Se cierra así una larga polémica ciudadana entre partidarios de compatibilizar la conservación de los restos arqueológicos con el nuevo ...
La biblioteca provincial de Barcelona se construirá fuera del antiguo mercado del Born, donde el pasado mes de marzo fueron hallados los restos de la ciudad que Felipe V mandó arrasar en 1714. Así lo acordaron ayer el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluña. El Ministerio de Cultura, que financia la construcción, destacó por su parte que se halla a la espera de la notificación oficial del Ayuntamiento para evaluar el nuevo emplazamiento.
Se cierra así una larga polémica ciudadana entre partidarios de compatibilizar la conservación de los restos arqueológicos con el nuevo equipamiento y quienes han sostenido que la cohabitación era impracticable.
Tras reunirse en Madrid con el ministro del Interior, Ángel Acebes, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, manifestó que a la vista de los informes recibidos era 'muy complejo' ubicar la biblioteca en el antiguo mercado modernista, por lo que se inclinaba por uno de los solares junto a la cercana estación de Francia, en el mismo barrio de la Ribera, para construir un edificio de nueva planta. Poco rato después, en Barcelona, el conseller en cap de la Generalitat, Artur Mas, se manifestaba de acuerdo con la propuesta del alcalde. Aunque matizaba que la decisión aún 'no estaba tomada', coincidía en que los estudios manejados por su gobierno desaconsejaban compatibilizar los restos arqueológicos con los libros y aconsejaban buscar un nuevo emplazamiento en el mismo barrio.
El convenio entre las tres administraciones prevé que el Ministerio de Cultura pague la obra, el Ayuntamiento ceda un solar para edificar y la Generalitat asuma los gastos de gestión del centro.