Un infartado recibe en Valladolid un implante de células madre por la ingle

La pionera intervención evita la cirugía a corazón abierto

Un equipo multidisciplinar de Valladolid realizó esta pasada semana con éxito el primer implante español de células madre procedentes de médula ósea en un corazón infartado. El paciente, un varón de 66 años, había sufrido unos días antes un infarto agudo de miocardio que le destruyó una gran parte del tejido cardiaco, con riesgo muy alto de desarrollo de insuficiencia cardiaca en el futuro.

'Esta nueva aplicación médica puede tener utilidad en el tratamiento de 60 millones de enfermos de corazón en el mundo y también para otros tantos afectados por patologías como la diabetes, el Alzhei...

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Un equipo multidisciplinar de Valladolid realizó esta pasada semana con éxito el primer implante español de células madre procedentes de médula ósea en un corazón infartado. El paciente, un varón de 66 años, había sufrido unos días antes un infarto agudo de miocardio que le destruyó una gran parte del tejido cardiaco, con riesgo muy alto de desarrollo de insuficiencia cardiaca en el futuro.

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'Esta nueva aplicación médica puede tener utilidad en el tratamiento de 60 millones de enfermos de corazón en el mundo y también para otros tantos afectados por patologías como la diabetes, el Alzheimer o el Parkinson', dijo ayer el doctor Fernández Avilés, del Instituto de Ciencias del Corazón del Hospital Clínico de Valladolid y director del proyecto. Junto a Fernández Avilés, han sido también responsables de esta operación Javier García-Frade, responsable de Hematología del Hospital Pío del Río Hortega, y Ana Sánchez, profesora de Fisiología del Instituto de Biología y Genética Molecular de la Universidad de Valladolid.

El equipo médico espera dar de alta al paciente en las próximas 24 horas, después de una operación que 'transcurrió sin problemas'. 'La intervención se llevó a cabo para reparar el tejido destruido y evitar otros riesgos, duró 30 minutos y se efectuó con anestesia local y una pequeña punción en la ingle del paciente, a través de la cual, mediante catéteres miniaturizados, se depositaron aproximadamente 20 millones de células madre en el tejido cardiaco destruido', relataron ayer. Las células inoculadas habían sido extraídas previamente de la médula ósea del propio paciente y serán las encargadas 'de transformarse en células cardiacas y multiplicarse con el fin de ir sustituyendo a aquellas que resultaron destruidas por el infarto', explicaron.

La experiencia realizada en Valladolid sólo ha sido aplicada a otros 10 pacientes en todo el mundo, uno de ellos en Europa. Según los datos en poder de los doctores, 'las ventajas del implante de células sobre los mioblastos (experiencia que ya se ha realizado en Navarra) radican en que se realizan sin cirugía a corazón abierto, se aplica antes de transcurridos 10 días del infarto agudo y es una técnica simple y eficaz'. El infarto agudo de miocardio produce muerte celular, por lo que las opciones terapéuticas hasta ahora aplicadas incluían los trasplantes y otros métodos quirúrgicos agresivos. Según Fernández Avilés, 'en el futuro y con este nuevo sistema se podrán reparar muchos corazones empleando tejido propio de los pacientes'.

Las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de muerte y de invalidez en el mundo occidental, con un índice de mortalidad de un 35% entre las personas a las que se las diagnostica esta enfermedad, es decir, 225 pacientes por cada millón de habitantes.

Ana Sánchez, Francisco Fernández Avilés y Javier García Frade, ayer en Valladolid.JESÚS LUQUE / EL DÍA DE VALLADOLID

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