Los secuestradores amenazan con matar al periodista estadounidense en 24 horas

Los secuestradores que capturaron hace siete días a un periodista estadounidense en Pakistán dieron ayer un plazo de 24 horas al Gobierno de EE UU para que cumpla sus exigencias -mejora de las condiciones en Guantánamo y repatriación de los presos paquistaníes- o de lo contrario ejecutaran al rehén.

Según informaron ayer las fuerzas de seguridad paquistaníes, los secuestradores tendieron una trampa a su víctima utilizando identidades falsas, teléfonos móviles adquiridos con nombres falsos y direcciones de correo electrónico desde varios cafés-Internet y, por tanto, difíciles de rastrear...

Los secuestradores que capturaron hace siete días a un periodista estadounidense en Pakistán dieron ayer un plazo de 24 horas al Gobierno de EE UU para que cumpla sus exigencias -mejora de las condiciones en Guantánamo y repatriación de los presos paquistaníes- o de lo contrario ejecutaran al rehén.

Según informaron ayer las fuerzas de seguridad paquistaníes, los secuestradores tendieron una trampa a su víctima utilizando identidades falsas, teléfonos móviles adquiridos con nombres falsos y direcciones de correo electrónico desde varios cafés-Internet y, por tanto, difíciles de rastrear. Tras dos semanas de intercambio de mensajes electrónicos, llamadas telefónicas y un encuentro secreto con un intermediario en un hotel de Karachi, Daniel Pearl, el corresponsal de The Wall Street Journal en la zona, tomó un taxi acompañado de varios desconocidos convencido de que iba a entrevistar al líder de un movimiento radical islámico. Posteriormente, desde una dirección electrónica con el nombre de 'el secuestrador', los captores enviaron a medios de comunicación de varios países fotografías de Pearl en su poder.

'Únicamente una organización bien entrenada y con un buen servicio de inteligencia podría haber realizado una acción así', declaró un alto responsable de la policía de Karachi. Ayer, uno de los directores del diario neoyorquino para el que trabaja Pearl envió un mensaje a la dirección de 'el secuestrador' en el que asegura que el periodista 'nunca ha trabajado para la CIA o el Gobierno de Estados Unidos de ninguna manera'. El mensaje también hace continuas referencias a la esposa de Pearl, una periodista francesa que está embarazada de seis meses.

La policía paquistaní, por su parte, anunció ayer que en el marco de las investigaciones que está realizando ha detenido a un líder extremista musulmán. Se trata de Mubarak Gilani, jefe del grupo Tanzemul Fugra. Éste es el líder integrista al que Pearl creía que iba a entrevistar cuando fue secuestrado.