Blair diseña con Pakistán un futuro Gobierno afgano que incluya a la etnia de los talibán

El primer ministro británico agradece a Musharraf su respaldo a la coalición internacional

El primer ministro británico, Tony Blair, garantizó ayer a Pakistán el respaldo y el agradecimiento de la comunidad internacional por su apoyo a la coalición contra el terrorismo. 'Pakistán ha realizado la elección adecuada, y el resultado fortalecerá sus relaciones con el resto del mundo', aseguró Blair tras entrevistarse con el presidente Pervez Musharraf. Más allá de la ayuda prometida, la visita de Blair supone un espaldarazo a la legitimidad del Gobierno militar instaurado por el general Musharraf hace dos años.

'El presidente Musharraf y yo estamos de acuerdo en que, si el actual ...

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El primer ministro británico, Tony Blair, garantizó ayer a Pakistán el respaldo y el agradecimiento de la comunidad internacional por su apoyo a la coalición contra el terrorismo. 'Pakistán ha realizado la elección adecuada, y el resultado fortalecerá sus relaciones con el resto del mundo', aseguró Blair tras entrevistarse con el presidente Pervez Musharraf. Más allá de la ayuda prometida, la visita de Blair supone un espaldarazo a la legitimidad del Gobierno militar instaurado por el general Musharraf hace dos años.

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'El presidente Musharraf y yo estamos de acuerdo en que, si el actual régimen de los talibán no entrega a Osama Bin Laden y cae, su sucesor deberá incluir a todos los grupos étnicos afganos, incluidos los pastún [al que pertenecen los talibán]', declaró Blair, antes de añadir que 'Pakistán tiene todo el interés en que tal Gobierno tenga éxito'.

La visita de Blair a Islamabad apenas duró cuatro horas. Era una escala en la gira para reforzar el apoyo a la campaña internacional contra el terrorismo que anoche mismo le llevó a Nueva Delhi. Sin embargo, tuvo un especial simbolismo. El primer ministro británico es sólo el segundo líder que viaja a Pakistán desde el golpe de Estado de octubre de 1999. El 25 de marzo de 2000, el entonces presidente norteamericano Bill Clinton estuvo cinco horas en Pakistán y utilizó su escala para impartir una lección sobre derechos humanos.

El tono empleado ayer por Blair da prueba del gran avance que la decisión de Musharraf ha supuesto para Pakistán en cuestión de reconocimiento internacional. El primer ministro británico anunció el restablecimiento de la cooperación bilateral en materia de defensa, así como el apoyo de su país a las negociaciones de Pakistán con el Fondo Monetario Internacional y al paquete de ayuda que la UE estudiará el lunes.

'Nosotros, y otros países, somos conscientes de la necesidad de ayudar a Pakistán a afrontar el problema de los refugiados', manifestó Blair, quien entregó a Musharraf una ayuda de 40 millones de dólares (más de 7.500 millones de pesetas) para ese cometido.

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'Quiero dejar claros dos puntos', subrayó Blair. 'Existen pruebas contra Bin Laden abrumadoras y concluyentes', aseguró, antes de poner como ejemplo el entrenamiento de varios de los pilotos suicidas en campos de Al Qaeda en Afganistán. 'No tengo ninguna duda al respecto', insistió. La Embajada afgana en Pakistán reiteró ayer que los talibán sólo juzgarán a Bin Laden cuando tengan pruebas de su implicación en los atentados. 'En segundo lugar, cualquier acción que emprendamos no será ni contra Afganistán ni contra el islam', añadió Blair.

'Generosa ayuda'

El general Musharraf, que recibió a su invitado vestido de civil, reconoció que 'hay pruebas que llevan a una asociación entre los atentados y Osama Bin Laden', aunque dijo no disponer de todos los detalles. El presidente paquistaní agradeció 'la generosa ayuda británica y las garantías sobre una ayuda futura'. Musharraf constató 'con satisfacción' que ambos habían comprendido las preocupaciones respectivas, sin duda una referencia a las limitaciones que la situación política interna impone a su cooperación.

Ayer mismo, a la hora en que Blair aterrizaba en la base militar de Chaklala, próxima al aeropuerto internacional de Islamabad, los extremistas islámicos coreaban consignas antibritánicas en la vecina Rawalpindi. Convocados por Jamiat-i Ulema Islami (JUI), varios miles de manifestantes volvieron a recordar a Musharraf que se oponen a su alineamiento con Estados Unidos y que no van a permanecer en silencio si las fuerzas de ese país atacan Afganistán tal como anuncia su gigantesco despliegue en la región. El JUI, uno de los casi medio centenar de partidos políticos religiosos que existen en Pakistán, es una de las formaciones más próximas a los talibán, con los que comparten la base ideológica.

[Fuentes del Ministerio de Defensa británico aseguraron ayer que, pese a que la Alianza del Norte pueda participar en la coalición contra el terrorismo, no consideran que el grupo de oposición sea viable para reemplazar a los talibán en el Gobierno, informa Reuters].

El primer ministro británico, Tony Blair (izquierda), con el presidente paquistaní, Pervez Musharraf.REUTERS

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