Dinero, flexibilidad y sanciones

El resultado final del pacto en forma de paquete cerrado es un documento de 14 paginas que primero aborda la financiación y la ayuda de los países desarrollados a los en vías de desarrollo para hacer frente al cambio climático y sus impactos adversos. Especifica los fondos mundiales para canalizar y gestionar esta ayuda, divide lo que corresponde a la Convención del Clima y al Protocolo de Kioto (para separar la cuenta de Estados Unidos) y no especifica cantidad alguna. La declaración unida ayer a la aprobación del acuerdo señala un fondo de 410 millones de dólares anuales, que se alcanzarían ...

El resultado final del pacto en forma de paquete cerrado es un documento de 14 paginas que primero aborda la financiación y la ayuda de los países desarrollados a los en vías de desarrollo para hacer frente al cambio climático y sus impactos adversos. Especifica los fondos mundiales para canalizar y gestionar esta ayuda, divide lo que corresponde a la Convención del Clima y al Protocolo de Kioto (para separar la cuenta de Estados Unidos) y no especifica cantidad alguna. La declaración unida ayer a la aprobación del acuerdo señala un fondo de 410 millones de dólares anuales, que se alcanzarían en 2005 con una revisión en 2008, a cargo de la UE más Canadá, Islandia, Suiza y Nueva Zelanda.

El Protocolo recoge unos mecanismos de flexibilidad, que deben ayudar a cumplir los objetivos de reducción de emisiones. Se indica que los países se abstendrán de incluir la energía nuclear en los dos últimos mecanismos. Se especifican condiciones en el uso de estas opciones de flexibilidad, pero no se fijan límites de utilización máxima, como exigía antes la UE para garantizar que los países emprenderán significativos esfuerzos de reducción de emisiones mediante políticas nacionales.

Un punto clave de discordia en las ultimas negociaciones han sido los llamados sumideros, de carbono. El elemento central del acuerdo es una tabla en la que se especifica el porcentaje que cada país desarrollado puede descontarse de sus emisiones en función de determinadas practicas forestales y agrícolas. Si todos utilizasen todo el margen concedido, los cálculos indican que hasta casi un 4% de las reducciones globales acordadas en el protocolo de Kioto (5,2%) podrían cumplirse con estos sumideros.

El más grave elemento de discordia fueron las medidas a adoptar en caso de incumplimiento de los acuerdo de Kioto por algún país. En el acuerdo final se aplaza hasta la primera conferencia de las partes tras la entrada en vigor del protocolo las decisiones acerca de las medidas legales a tomar en caso de incumplimiento.