Dificultades culturales para hablar de sexo

En las reuniones preparatorias de la cumbre ha surgido la discusión de otros problemas, aparte de los exclusivamente financieros. Una de las grandes metas de la cumbre es evitar la marginación de los enfermos de sida y las discrimaciones laborales. El borrador de declaración propone que para el 2005 se apliquen 'estrategias para ayudar a la mujer a ejercer control sobre su sexualidad y adoptar sus propias decisiones a fin de protegerse de la infección'. El fondo propuesto quiere distribuir 6.000 millones de condones y financiar programas específicos para los grupos de riesgo: homosexuales, pr...

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En las reuniones preparatorias de la cumbre ha surgido la discusión de otros problemas, aparte de los exclusivamente financieros. Una de las grandes metas de la cumbre es evitar la marginación de los enfermos de sida y las discrimaciones laborales. El borrador de declaración propone que para el 2005 se apliquen 'estrategias para ayudar a la mujer a ejercer control sobre su sexualidad y adoptar sus propias decisiones a fin de protegerse de la infección'. El fondo propuesto quiere distribuir 6.000 millones de condones y financiar programas específicos para los grupos de riesgo: homosexuales, prostitutas y drogadictos.

Pero los delegados de ciertos países no están muy de acuerdo sobre lo que se puede o no decir sobre el sexo. 'Las negociaciones', dice el embajador iraní Bajer Asadi, 'no deben convertirse en una oportunidad para que ciertas fuerzas del mundo occidental influyan en áreas donde existen sensibilidades culturales, ideológicas y éticas'.

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La semana pasada Andrew Natsios, el director de Usaid, la agencia estadounidense para el desarrollo, tampoco se quedó corto cuando aseguró al Boston Globe que la lucha contra el sida debía centrarse en la prevención, en vez de gastarse en antirretrovirales para los enfermos, especialmente en África, porque 'muchos africanos no saben lo que significa el tiempo como los occidentales. Hay que tomar estas medicinas a ciertas horas del día y la mayoría no tienen ni relojes. No entienden lo que significa cierta hora de la tarde, sólo saben distinguir entre mañana, tarde y noche'.

'Lo temas pendientes son los culturales y son muy delicados', reconoció Louise Frechette, ' pero hay un gran voluntad de llegar a un acuerdo. Habrá que elegir las palabras adecuadas para tener en cuenta todas las sensibilidades'.

Ayer hubo en Nueva York una manifestación de organizaciones religiosas, antisida y de derechos de los homosexuales, para pedir más dinero contra la enfermedad, fármacos más baratos y la condonación de la deuda de los países pobres.

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