Nueva catástrofe en el Canal

Un carguero italiano con 6.000 toneladas de tóxicos se hunde en el canal de la Mancha

El buque, cuya tripulación había sido evacuada, naufragó a 35 kilómetros de la costa francesa

El carguero químico italiano Ievoli Sun, que navegaba semihundido y con su tripulación de 14 hombres ya evacuada, se hundió en la mañana de ayer a 20 kilómetros de la isla británica de Alderney y a 35 kilómetros de la costa francesa, cuando un remolcador francés lo arrastraba hacia el puerto de Cherburgo. El carguero se fue a pique con las 6.000 toneladas de productos químicos que transportaba: 4.000 toneladas de estireno (tóxico e insoluble en agua), 1.000 de propanol y 1.000 de metil-etil-cetona (menos tóxicos y solubles en agua), que quedaron a 70 metros de profundidad.

Francia se ve...

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El carguero químico italiano Ievoli Sun, que navegaba semihundido y con su tripulación de 14 hombres ya evacuada, se hundió en la mañana de ayer a 20 kilómetros de la isla británica de Alderney y a 35 kilómetros de la costa francesa, cuando un remolcador francés lo arrastraba hacia el puerto de Cherburgo. El carguero se fue a pique con las 6.000 toneladas de productos químicos que transportaba: 4.000 toneladas de estireno (tóxico e insoluble en agua), 1.000 de propanol y 1.000 de metil-etil-cetona (menos tóxicos y solubles en agua), que quedaron a 70 metros de profundidad.

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Francia se ve así abocada a otra catástrofe medioambiental, a los diez meses del naufragio del Erika. Antes del anochecer se observaba sobre las aguas una traza irisada de unos 700 metros de largo, pero no se había determinado si procedía del temido vertido de la carga química o era una fuga del fuel de propulsión. A la zona, que ha quedado prohibida para la navegación aérea y marítima, llegará en las próximas horas un cazaminas dotado de potentes radares, con la misión de localizar con exactitud el punto en que se encuentra el navío.El carguero italiano, que había pasado su última revisión el 23 de octubre en Holanda sin que fuera detectado ningún problema, salió el domingo por la noche del puerto británico de Fawle. Al zarpar, el Reino Unido y el norte de Francia se encontraban ya bajo el aviso de una fuerte tempestad para las horas siguientes, con vendavales que llegaron a alcanzar los 170 kilómetros por hora, que obligó a suspender las comunicaciones aéreas entre Londres y París y que mantuvo cortada la circulación de los trenes Eurostar, bajo el canal de la Mancha, durante casi todo el lunes. La tempestad finalmente provocó cuatro muertos en Francia y seis en el Reino Unido.

Entonces, ¿por qué se hizo a la mar un barco con una carga tan peligrosa, enfrentado a una tempestad segura? Portavoces del puerto de Fawley aseguraron que el barco salió con el tiempo en calma, y que la decisión de partir fue del armador. Pero la ministra francesa de Medio Ambiente, Dominique Voynet, acusaba anoche de "ligereza" e "irresponsabilidad" tanto al armador como a los "demás responsables" de la "catástrofe". No avanzó más en la atribución de culpabilidades.

Otra pregunta se refiere a las causas del hundimiento, que se produjo en un momento de buena visibilidad: la Armada francesa filmó la desaparición del carguero bajo las aguas y las imágenes han podido verse en todas las televisiones.

Greenpeace y representantes de Los Verdes destacan la coincidencia de que el naufragio se haya producido al borde de la fosa de Casquets, que califican de "auténtico depósito de basura" en el canal de la Mancha. Por esta causa, Greenpeace llegó a lanzar la sospecha de que el naufragio pudo ser provocado.

Los vecinos de la zona costera afectada, que están indignados por ser las víctimas de toda suerte de desastres, también creen que es mucha coincidencia que el barco se fuera a pique junto a la fosa. "Allí han ido a parar desechos radiactivos, restos químicos y hasta municiones de la segunda guerra mundial", cuenta Didier Angers, consejero regional de Cherburgo por Los Verdes. Una deriva del barco hundido hacia esta fosa no sería nada difícil, porque está al borde de ella: las corrientes podrían llevarlo desde los 80 metros de profundidad donde reposa ahora, hasta los 171 metros del fondo de la fosa.

El navío italiano salió con destino a Barcelona, Berre (un puerto francés cerca de Marsella) y Génova, aunque parece que la carga debía ser entregada finalmente en Yugoslavia. Poco después de la salida se abrió una vía de agua en la proa y comenzaron a inundarse los dobles fondos. Sobre las cuatro de la madrugada del lunes, el barco inició una deriva al este, que le conducía en rumbo de colisión contra la costa francesa, y lanzó señales de socorro. A su encuentro salió el remolcador Abeille Flandres y, en cuanto clareó el lunes, un helicóptero de la Armada evacuó a los 14 tripulantes, entre ellos los españoles Manuel Hormo y Manuel Lago. Todos se encuentran bien.

Propiedad del armador italiano Marnavi, el barco estaba gestionado por la sociedad Rina, la misma que controlaba el Erika -el petrolero que se hundió hace un año frente a las costas de Bretaña- y que se encuentra procesada en Francia por este último caso. El barco ya había sufrido una retención, el 23 de octubre pasado en el puerto holandés de Moerdijk, para cumplir determinados controles de seguridad, que pasó sin problemas. De ahí navegó hacia el puerto británico de Fawley. Las investigaciones están siendo conducidas por el Ministerio francés de Transportes y la fiscalía de Brest.

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