Dos equipos médicos logran implantar tejido de córnea cultivado en laboratorio

El avance de la bioingeniería, aún en fase experimental, devuelve la vista a 16 pacientes

Dos grupos de científicos han logrado por separado devolver la vista a 16 pacientes con lesiones irrecuperables en la córnea utilizando técnicas de bioingeniería para producir tejido corneal. Uno de los grupos, de Taiwan, ha empleado injertos de tejido obtenido mediante cultivo de las propias células madre de la córnea; el otro, de Estados Unidos, ha hecho lo mismo, pero probando, además, con células de donante. Ambos logros, de momento experimentales, indican que el corneal será el tercer tejido fabricado en laboratorio disponible para trasplante, tras los de piel y cartílago.

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Dos grupos de científicos han logrado por separado devolver la vista a 16 pacientes con lesiones irrecuperables en la córnea utilizando técnicas de bioingeniería para producir tejido corneal. Uno de los grupos, de Taiwan, ha empleado injertos de tejido obtenido mediante cultivo de las propias células madre de la córnea; el otro, de Estados Unidos, ha hecho lo mismo, pero probando, además, con células de donante. Ambos logros, de momento experimentales, indican que el corneal será el tercer tejido fabricado en laboratorio disponible para trasplante, tras los de piel y cartílago.

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Poco frecuentes

El trasplante convencional de córnea (la capa transparente del ojo que cubre el iris y la pupila) no funciona en los casos de quemaduras graves, ciertos tumores y enfermedades del ojo, y en general, cuando hay una destrucción de las células madre de la córnea, que son las que producen continuamente nuevas células para reemplazar a las envejecidas y reparar las lesionadas. Sin estas células madre, la córnea pierde su capacidad de regeneración y se vuelve opaca, causando ceguera.Con el injerto de tejido corneal obtenido en laboratorio se consigue "restaurar la capacidad de regeneración de la córnea de forma poco invasiva y con pocos riesgos", explica Juan Álvarez de Toledo, oftalmólogo especializado en córnea del Centro de Oftalmología Barraquer, de Barcelona. Hasta ahora, según este especialista, sólo quedaba el recurso de hacer un trasplante de limbo, la zona fronteriza de la córnea donde están las células madre.

Pero no es lo mismo trasplantar un trozo físico de un ojo o una capa de células. Sus problemas y riesgos son bien diferentes. Es algo así como trasplantar un riñón entero o sólo unas células que fueran capaces de regenerar todo el órgano, aclara Álvarez de Toledo. Además, la obtención del tejido en laboratorio tiene la ventaja de que se puede fabricar en grandes cantidades y almacenarlo.

De los varios grupos científicos que buscaban la manera de producir tejido corneal por bioingeniería, dos acaban de anunciar que lo han logrado. Uno de ellos, dirigido por Ray Jui-Fang Tsai, de la Universidad de Taoyuan (Taiwan), ha conseguido devolver la visión a seis enfermos con lesiones corneales sin solución, según se publica en el número de ayer del New England Journal of Medicine.

Un trabajo paralelo de Ivan R. Schwab y R. Rivkah Isseroff, de la Universidad de California en Davis (Estados Unidos), publicado en la revista Cornea, muestra un sistema ligeramente diferente, que utiliza tejido corneal propio o de un donante. Este grupo ha logrado restaurar o mejorar la visión de 10 pacientes de los 14 tratados, todos ellos con lesiones en la superficie ocular que no habían respondido a los tratamientos habituales, incluido el trasplante de córnea.

En la actualidad sólo hay disponibles para injerto otros dos tejidos creados mediante bioingeniería: el cutáneo, muy utilizado para tratar quemaduras y lesiones cutáneas crónicas, y el cartilaginoso, para tratar ciertas lesiones de rodilla. Los investigadores estadounidenses creen que el tejido corneal podría ser el tercero disponible para injerto, aunque por ahora está en fase experimental.

"Estudiamos la piel y después utilizamos estos conocimientos para crear injertos cutáneos para personas con quemaduras", explica Isseroff. "Ahora hemos aplicado esos conocimientos al ojo. En el futuro esperamos aplicarlos al pulmón, al tracto intestinal, a la vejiga y a otros tejidos epiteliales del cuerpo".

Isseroff, director de un laboratorio donde se producen injertos cutáneos, y Schwab, oftalmólogo especializado en la córnea, han empleado 10 años en perfeccionar la nueva técnica. Schwab afirma que los ingenieros de tejidos tal vez lleguen a producir injertos de córnea disponibles para "coger y llevar", que se puedan trasplantar fácilmente a los pacientes con lesiones corneales.

"Lo realmente interesante es adónde nos puede llevar esto", afirma Schwab. "La sustitución de tejidos y órganos dañados por tejido producido mediante técnicas de bioingeniería está pasando del terreno de la ciencia ficción a la realidad".

Los problemas oculares que se beneficiarían de la disponibilidad de estos cultivos celulares "no son por ahora muy frecuentes", según Álvarez de Toledo. Representan menos del 5% de todas las afecciones corneales que precisan cirugía y trasplante, estima este especialista. "Pero las indicaciones aumentarían porque no haría falta seleccionar tanto los pacientes", añade. En España se realizan al año más de 2.000 trasplantes de córnea, aunque hay otros tantos en lista de espera.Las quemaduras y causticaciones (quemaduras con productos químicos) serían la principal indicación. El caso de George Norman, uno de los pacientes tratados por el equipo de la Universidad de California, es ilustrativo. Tras perder la vista en 1973 al saltarle amoniaco a ambos ojos, fue sometido durante las dos décadas siguientes a seis trasplantes de córnea, todos infructuosos. En 1999 recibió un nuevo trasplante más un injerto con células madre corneales donadas por su hijo que le ha devuelto la visión.

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