7.000 licenciados en medicina, sin plaza en la sanidad pública La UE exige dos años de posgrado y el sistema MIR no tiene plazas suficientes

La Unión Europea exige a los licenciados en medicina dos años de formación posgrado para trabajar en la sanidad pública. En España, el único camino para acceder a esa formación es aprobar el examen de MIR (médico interno residente), pero hay una bolsa de 7.000 licenciados que el actual sistema MIR no puede absorber. Los estudiantes quieren que la formación de posgrado sea "de libre acceso, de calidad y remunerada".

Hasta enero de 1995 bastaba ser licenciado para ejercer la medicina general, lo que entonces se llamaba ser médico de cabecera. A partir de esa fecha, una directiva comunitar...

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La Unión Europea exige a los licenciados en medicina dos años de formación posgrado para trabajar en la sanidad pública. En España, el único camino para acceder a esa formación es aprobar el examen de MIR (médico interno residente), pero hay una bolsa de 7.000 licenciados que el actual sistema MIR no puede absorber. Los estudiantes quieren que la formación de posgrado sea "de libre acceso, de calidad y remunerada".

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Hasta enero de 1995 bastaba ser licenciado para ejercer la medicina general, lo que entonces se llamaba ser médico de cabecera. A partir de esa fecha, una directiva comunitaria exige a todos los licenciados europeos complementar su formación con un aprendizaje práctico de dos años en una institución sanitaria. En España, el título permite trabajar de generalista en la sanidad privada, pero para encontrar una plaza en el sistema público de salud, que representa aproximadamente el 85% de las posibilidades de empleo de los médicos, es imprescindible aprobar el MIR.Cada año obtienen su título de licenciado unos 4.200 médicos y se ofertan cerca de 4.700 plazas de MIR (sumando la oferta de las dos convocatorias, la de medicina de familia, exclusiva para los licenciados después de 1995, y la del resto de especialidades). El problema es que al examen MIR se presentan unos 10.000 candidatos, lo que impide absorber la bolsa histórica de más de 7.000 médicos que aún no han podido escoger especialidad.

Un informe provisional del Ministerio de Sanidad estima que la bolsa de médicos sin plaza previa al último examen de MIR general, celebrado el 8 de abril, estaba compuesta por 10.477 médicos (7.603 licenciados después de 1995 y 2.874 anteriores). En el examen de abril se convocó a 9.957 titulados para competir por 3.335 plazas de médico residente.

Los estudiantes de medicina han salido este año dos veces a la calle a manifestarse. Se quejan de que la famosa bolsa de médicos en paro sólo se desinflará por el cansancio de los candidatos -de los 14.576 médicos que se presentaron al MIR en 1995, 7.291 han obtenido plaza en este tiempo, pero 4.511 han dejado de presentarse- y por el paso del tiempo -al ritmo actual harían falta algo más de 10 años-.

El presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), Iñaki Castro, dice que a largo plazo se plantean como objetivo "sacar la especialidad de familia del MIR". Una posibilidad que la presidenta de la Sociedad Española de Medicina Familiar, Amalia Velázquez, considera "absurda", porque "agravaría aún más el conflicto". Velázquez dice que "el MIR es la única vía de calidad para formar especialistas y familia es una especialidad más", y afirma que "el principal problema es el exceso de estudiantes de medicina en la Universidad". En su opinión, ésta es la única de las tres soluciones planteadas en 1995 que no se ha cumplido (las otras eran ampliar la oferta de plazas MIR y crear una prueba específica para medicina familiar).

Primera reunión oficial

El Ministerio de Sanidad -cuya nueva titular, Celia Villalobos, dedicó el viernes al CEEM su primera reunión oficial tras acceder al cargo- ha considerado hasta ahora que el examen MIR es la única forma de garantizar la calidad de la formación médica, y ha atribuido a la falta de recursos y a la necesidad de preservar esa calidad el no ofertar más plazas.

Mientras la especialidad de familia requiera una formación de residencia, el objetivo de los estudiantes será conseguir un "MIR distributivo". Esto supone crear tantas plazas de residente como licenciados se presenten al examen MIR. En este caso, la nota del examen no deja a nadie fuera, sólo determina el orden para escoger especialidad y destino.

Las alternativas defendidas por los estudiantes para ampliar las plazas de residente son varias. En primer lugar, proponen que el ministerio ofrezca todas las plazas de formación de especialistas acreditadas por el Consejo Nacional de Especialidades Médicas, según Castro, unas 600 más de las que se ofrecen cada año. Además, sugieren que el número de plazas de residencia se amplíe con la creación de nuevas especialidades o la inclusión de las que ahora no están en el MIR, como las medicinas deportiva, del trabajo o legal y forense.

Otra forma de ganar plazas que apuntan los estudiantes es limitar el acceso a la doble especialidad."Mucha gente usa el MIR como vía laboral", se queja Castro. Los especialistas que concluida su formación se presentan otra vez al MIR (683 en el último examen, el 7% de los aspirantes), deben decidir a qué especialidad optan antes del examen, y si no consiguen plaza no pueden cambiarse a otra.

En cuanto a los residentes que abandonan su plaza de formación para optar a otra especialidad (175 residentes obtuvieron plaza de este modo desde 1995), el hueco que dejan queda desierto hasta que se completa el periodo formativo, que, según la especialidad, puede ser de tres, cuatro o cinco años.

Un grupo de trabajo formado por Sanidad y Educación, además del Consejo de Universidades, el Consejo Nacional de Especialidades Médicas y el CEEM, se reunirá en próximas fechas para tratar de ajustar la oferta y la demanda de plazas de médico interno residente.

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