El Festival de Teatro de Mérida se prolonga por un día más

El sueño de una noche de verano, una producción netamente extremeña, salva un Festival de Teatro Clásico de Mérida que en su 45ª edición estaba tocando fondo con una asistencia de público que no respondía a las expectativas y con un fuerte rechazo hacia algunos montajes, especialmente La asamblea de mujeres.Las compañías Teatro del Noctámbulo y La Estampa Teatro han logrado un hito en el festival: alcanzar el lleno desde el día de su estreno, obligando a la dirección del certamen a prorrogar hasta hoy lunes las representaciones.

Desde que el pasado día 11 se estrenó...

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El sueño de una noche de verano, una producción netamente extremeña, salva un Festival de Teatro Clásico de Mérida que en su 45ª edición estaba tocando fondo con una asistencia de público que no respondía a las expectativas y con un fuerte rechazo hacia algunos montajes, especialmente La asamblea de mujeres.Las compañías Teatro del Noctámbulo y La Estampa Teatro han logrado un hito en el festival: alcanzar el lleno desde el día de su estreno, obligando a la dirección del certamen a prorrogar hasta hoy lunes las representaciones.

Desde que el pasado día 11 se estrenó El sueño de una noche de verano, de Shakespeare, con adaptación de Concha Rodríguez y dirección de Denis Rafter, el Festival de Teatro Clásico de Mérida, que andaba perdido por las catacumbas, ha sacado pecho.

Era una gozada ver durante el pasado fin de semana a la gente demandando entradas a las puertas del teatro romano, incluso con reventa, y después contemplar el graderío a tope, con el público agolpado hasta en las escaleras y haciendo prácticamente imposible el desplazamiento para adquirir un refresco en las tórridas noches emeritenses.

Montaje extremeño

Inicialmente aficionados y crítica interpretaron la presencia del montaje de El sueño de una noche de verano como la obligada cuota que el certamen tenía que pagar a Extremadura. En las últimas ediciones se ha buscado la presencia de una producción regional.Pero nadie imaginó que el festival iba a dar un vuelco tan espectacular ante una obra digna en la escenografía, atrevida en la ocupación total del escenario, con un magnífico ritmo, una estupenda banda sonora y una sobria pero en ocasiones descarada dirección.

Y sumándose a todo ello un plantel de actores extremeños que respondieron sin nervios tras una larga travesía del desierto, con momentos especialmente brillantes. Resultó emocionante ver a 3.000 personas puestas en pie aplaudiendo durante varios minutos el trabajo colectivo de un amplio equipo. Posiblemente ha sido la mejor muestra de que el teatro extremeño ha alcanzado su madurez, y en el escenario más exigente.

La decisión de la dirección de Espectáculos Ibéricos, organizadora del festival, y la Consejería de Cultura -responsable del recinto arqueológico- de prorrogar un día más el festival supondrá un esfuerzo adicional para los técnicos y trabajadores que hacen funcionar el certamen internacional, ya que deberán desmontar toda la tramoya con la mayor celeridad, debido a que mañana martes el Teatro Romano albergará las actuaciones de varios grupos del Festival Folclórico de los pueblos del mundo.

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