La Real Fundación de Toledo recibe la medalla de oro de la ciudad

Marañón reclama un pacto sobre el casco histórico, amenazado por el despoblamiento

Toledo necesita con urgencia un Pacto de Ciudad y el consenso de las distintas fuerzas políticas sobre su casco histórico. El presidente del Patronato de la Real Fundación de Toledo, Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, hizo ayer esta petición después de recoger la medalla de oro de la ciudad, reconocimiento que contó con el acuerdo unánime de toda la corporación. Marañón reconoció que nadie puede negar que Toledo está hoy mejor que hace veinte años, pero dejó claro que la realidad actual no es satisfactoria.

"Aunque la conservación física de los principales monumentos de Toledo parece as...

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Toledo necesita con urgencia un Pacto de Ciudad y el consenso de las distintas fuerzas políticas sobre su casco histórico. El presidente del Patronato de la Real Fundación de Toledo, Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, hizo ayer esta petición después de recoger la medalla de oro de la ciudad, reconocimiento que contó con el acuerdo unánime de toda la corporación. Marañón reconoció que nadie puede negar que Toledo está hoy mejor que hace veinte años, pero dejó claro que la realidad actual no es satisfactoria.

"Aunque la conservación física de los principales monumentos de Toledo parece asegurada", afirmó el presidente del Patronato de la Real Fundación de Toledo, "la trama y el paisaje de la ciudad, tan frágiles, continúan deteriorándose. Pero, sobre todo, el proceso de despoblamiento del casco amenaza con hacer de nuestra ciudad histórica una ciudad muerta, un espectro del pasado".Gregorio Marañón, como presidente del Patronato de la Real Fundación, recibió la medalla de oro de Toledo -distinción que no se concedía desde 1976, en que le fue entregada al Rey - en un acto celebrado en la sala capitular de Ayuntamiento, presidido por la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante. Al acto asistieron, entre otros, el alcalde de la ciudad, Agustín Conde, y el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Carlos Moro.

Desde la Real Fundación se considera urgente abrir un gran debate que dé respuesta y determine "qué ciudad histórica deseamos conformar". Respuesta que se tendrá que alcanzar con la participación de todos: representantes políticos, expertos, asociaciones ciudadanas, instituciones... Éste es "el único camino posible para escapar de la retórica y adentrarnos en el mundo real", señaló Marañón, quien afirmó que la Real Fundación de Toledo es "una voz inconformista y no complaciente, entendiendo por inconformismo ese espíritu utópico que nos impulsa a querer mejorar la realidad que conocemos", porque, dijo, "la realidad que Toledo ofrece hoy no nos satisface". Marañón propuso "la aplicación efectiva del Plan Especial del Casco Histórico" y pidió la consecución de "un Pacto de Ciudad entre las adminsitraciones públicas y las fuerzas políticas, con la participación de la sociedad civil".

La Real Fundación de Toledo, cuya presidencia de honor ostenta el Rey, suma la medalla de oro de Toledo, que le fue concedida el pasado mes de abril, a otros galardones, entre ellos, la medalla de honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, concedida en 1998, y la medalla de oro al mérito de las Bellas Artes, otorgada en 1995.

La figura de don Juan Carlos también fue reconocida al señalar que es a él a quien deben "el mejor de nuestros impulsos y el más alto apoyo, siguiendo la tradición de los patronazgos reales que forjaron la historia de esta ciudad imperial".

El alcalde de Toledo, Agustín Conde, dijo que con este galardón la ciudad reconoce el trabajo de "un grupo de visionarios, que hace diez años creyó que podrían salvar a Toledo del deterioro, que el tiempo en unos casos y la desidia en otros iba dejando". Reconoció el trabajo y la capacidad de entendimiento de quienes componen este Patronato, que ha conseguido durante este tiempo una inversión de 1.500 millones de pesetas en la realización de 200 proyectos, pero, sobre todo, que ha contribuido a despertar una conciencia. Conde elogió la personalidad de todos los que integran el Patronato, entre ellos el marqués de la Esperanza, Juan Ignacio de Mesa, o el duque de Bailén, pero especialmente a su presidente, Gregorio Marañón.

A propuesta del alcalde, el pleno municipal acordó en abril conceder a la Real Fundación de Toledo esta distinción, por constituirse en el "más firme aliado del Ayuntamiento en la defensa del casco histórico de la ciudad", canalizando en sus diez años de vida "el mecenazgo de multitud de empresas y otras fundaciones para paliar los daños que el paso del tiempo ha dejado en la ciudad".

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