Una estrella del nervio y la garra

Reina de la copla, y no sólo por su apellido, Juanita Reina fue desde la década de los cuarenta y hasta hace no muchos años una verdadera estrella de la canción española. La mejor canción, la del nervio y la garra, ese género que dio también paso a la que llamamos peyorativamente "españolada", pero que tiene algunos títulos de oro en su historia. Varios de ellos se deben a Juanita Reina. Por ejemplo, Francisco alegre, Lola la piconera, Yo soy ésa y Capote de grana y oro, por decir sólo los que me vienen a la memoria como más significativos.Juana Reina fue verdaderamente una gran intérpr...

Reina de la copla, y no sólo por su apellido, Juanita Reina fue desde la década de los cuarenta y hasta hace no muchos años una verdadera estrella de la canción española. La mejor canción, la del nervio y la garra, ese género que dio también paso a la que llamamos peyorativamente "españolada", pero que tiene algunos títulos de oro en su historia. Varios de ellos se deben a Juanita Reina. Por ejemplo, Francisco alegre, Lola la piconera, Yo soy ésa y Capote de grana y oro, por decir sólo los que me vienen a la memoria como más significativos.Juana Reina fue verdaderamente una gran intérprete de la canción española. Quintero, León y Quiroga, el maestro Solano y Naranjo compusieron para ella algunas verdaderas joyas del género nacional. Para muchos aficionados, la Reina fue indiscutiblemente la mejor de su época. Tuvo que competir, sin embargo, nada menos que con Conchita Piquer, para otros la más significativa intérprete de ese mismo género. Es lo mismo. Las dos fueron auténticas cumbres de la canción española, aunque bien es verdad que Juanita Reina quedó prácticamente a la cabecera del escalafón cuando en 1958 la Piquer se retiró de los escenarios.

Menuda de estatura, en el escenario Juanita Reina se crecía de forma espectacular con un dominio que imponía su ley.