El Boletín de la UE publica la anulación de ayudas del Gobierno vasco a los fabricantes de herramientas Favahe

La Comisión Europea ha declarado ilegales las ayudas concedidas por el Gobierno vasco a la reestructuración de Fabricantes Vascos de Herramientas SA (Favahe) que, tras la quiebra, se convirtió en Eurotools. La resolución de Bruselas obliga a devolver los 825 millones de pesetas con intereses que el Ejecutivo de Vitoria destinó a la reestructuración de esta empresa en el plazo de dos meses. Bruselas considera esta ayuda institucional "ilegal" e "incompatible con el mercado común" en una resolución firmada el pasado 14 de julio y que acaba de ser publicada en el Diario Oficial de las Comunidades...

La Comisión Europea ha declarado ilegales las ayudas concedidas por el Gobierno vasco a la reestructuración de Fabricantes Vascos de Herramientas SA (Favahe) que, tras la quiebra, se convirtió en Eurotools. La resolución de Bruselas obliga a devolver los 825 millones de pesetas con intereses que el Ejecutivo de Vitoria destinó a la reestructuración de esta empresa en el plazo de dos meses. Bruselas considera esta ayuda institucional "ilegal" e "incompatible con el mercado común" en una resolución firmada el pasado 14 de julio y que acaba de ser publicada en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas. Esta decisión se conoce después de que el pasado miércoles la Comisión Europea anulara parte de la subvención directa y la totalidad de los incentivos fiscales concedidos por el Gobierno vasco y la Diputación de Álava a la planta de frigoríficos en Vitoria de Daewoo. Al igual que la multinacional coreana, que tendrá que devolver alrededor de 400 millones de pesetas de subvención y se queda sin los 5.000 millones de pesetas de exenciones fiscales concedidos por las instituciones vascas, Favahe ha recibido el varapalo de la Comisión Europea. Pero, a diferencia de Daewoo, que sólo devuelve el 5% de los 3.025 millones de pesetas de ayuda recibida, la resolución comunitaria que se acaba de publicar obliga a la devolución del 100% de la subvención que el Gobierno vasco destinó al plan de reestructuración de la empresa en 1992. Bruselas anula las ayudas institucionales y especifica la quiebra de esta sociedad en 1995 no afecta a la decisión comunitaria. Fabricantes vascos de Herramientas, SA, nació en 1982 de la unión de Acesa, Irimo y Palmera. Este proyecto industrial, apoyado por el Gobierno vasco, no consiguió los resultados esperados y tras varios ejercicios con pérdidas, acometió una nueva reestructuración en 1992, que fue subvencionada con 825 millones de pesetas por el Ejecutivo de Vitoria. El plan estratégico de la empresa no mejoró su situación y quebró en 1995. A Favahe le sustituyó Herramientas Eurotools, que pertenece a la multinacional norteamericana Snap-on. Las asociaciones de fabricantes de herramientas de mano de Italia y Francia y otros dos competidores de Alemania y Gran Bretaña denunciaron ante la Comisión Europea que las ayudas estatales concedidas a Favahe le habían posibilitado vender sus productos a unos precios inferiores a los del mercado. En la resolución, firmada por el comisario para la Competencia, Karel Van Miert, el organismo comunitario da la razón en parte a los denunciantes. El varapalo de la Comisión Europea se dirige al Gobierno vasco, por conceder ayudas ilegales, y al Gobierno español, que debía haber sometido al dictamen comunitario el plan de reestructuración de la empresa vasca y las subvenciones, por tratarse de una empresa de más de 250 trabajadores. En la fecha en la que el Departamento de Industria concedió la subvención de 825 millones, Favahe tenía 1.153 trabajadores. Como en el caso Daewoo, la Comisión Europea dictamina que la ayuda institucional del Gobierno vasco viola el Tratado de Roma. Establece además que la fabricante vasca no tenía derecho a recibir ayudas regionales de excepción ni se ajusta a las directrices comunitarias sobre ayudas estatales para la reestructuración de empresas en crisis. Bruselas encarga al Gobierno español velar "por la anulación y recuperación en su totalidad de la ayuda"; es decir, la devolución de los 825 millones de pesetas con los correspondientes intereses desde la fecha de la concesión de la subvención, en 1992, hasta la fecha de la recuperación del dinero. Para ello cuenta con un plazo de dos meses.