Cheryl Studer, despedida por "insuficiencia vocal" en Múnich

La cantante norteamericana Cheryl Studer, una de las estrellas de la escena lírica internacional, ha sido despedida por "insuficiencia vocal" por la Ópera de Munich, donde debía interpretar el papel de Ágata en El cazador furtivo, de Carl Maria von Weber, bajo la batuta del director de orquesta Zubin Mehta.Con 43 años, Cheryl Studer, originaria de Midland (Michigan), es, desde hace quince años, una de las sopranos más solicitadas en todo el mundo. Es una voz familiar en los festivales de Bayreuth, Salzburgo, Viena, o los escenarios del Metropolitan de Nueva York, la Scala de Milán, ...

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La cantante norteamericana Cheryl Studer, una de las estrellas de la escena lírica internacional, ha sido despedida por "insuficiencia vocal" por la Ópera de Munich, donde debía interpretar el papel de Ágata en El cazador furtivo, de Carl Maria von Weber, bajo la batuta del director de orquesta Zubin Mehta.Con 43 años, Cheryl Studer, originaria de Midland (Michigan), es, desde hace quince años, una de las sopranos más solicitadas en todo el mundo. Es una voz familiar en los festivales de Bayreuth, Salzburgo, Viena, o los escenarios del Metropolitan de Nueva York, la Scala de Milán, el Covent Garden, en Londres, o el Châtelet de París.

Ha actuado en los papeles de la condesa, en Figaro, en La Traviata, Salomé, Aída, y como Ariane, Sieglinde, Gutrun y Elsa, de Wagner, La Viuda alegre y, sobre todo, La Reina de la Noche.

Contratada en julio de 1996 para actuar en noviembre de 1998 en El cazador furtivo, por un caché de 275.000 marcos (unos 23 millones de pesetas) por los ensayos y ocho representaciones, la soprano se presentó a los ensayos con "graves problemas de entonación, en particular en los agudos", pero también "en toda la tesitura", según el director (intendente) de la Ópera de Múnich, Peter Jonas.

En la carta que recomienda la rescisión de su contrato, Jonas estima que esos problemas afectan "tanto su desarrollo vocal en las partes menos difíciles como al conjunto de su interpretación".

La Ópera de Múnich le ha propuesto pagarle 175.000 marcos, de los 275.000, y mantenerla como suplente en caso de problemas con su reemplazo, la joven alemana, casi desconocida, Petra-Maria Schnitzer, pero la diva no quiere saber nada del asunto y está dispuesta a llegar a los tribunales. Detrás de todo esto, dice ella, se encuentran sus sonadas desavenencias con el director de orquesta Zubin Mehta.

La prensa alemana alega otra razón. El exceso de compromisos de las estrellas de la ópera, con varios años de adelanto, trae consigo un deterioro rápido de la voz. El ejemplo de la Studer, dicen, puede servir para la reflexión.

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