España rechaza la oferta de la UE de subir 50.000 toneladas la cuota olivarera

La ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, rechazó ayer la propuesta de compromiso de la presidencia británica de la Unión Europea sobre la reforma del aceite de oliva. La oferta elevaba de 625.000 toneladas anuales a 675.000 la cantidad de aceite con derecho a subvención, incluyendo las ayudas a la aceituna de mesa. El macroconsejo de ministros europeos de Agricultura se mantuvo ayer en barbecho: no hubo reunión oficial y la negociación se desarrolló en reuniones bilaterales. España también cree "insuficientes" las ofertas en plátano, cáñamo y tabaco.

Este rechazo es lógico. Se tra...

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La ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, rechazó ayer la propuesta de compromiso de la presidencia británica de la Unión Europea sobre la reforma del aceite de oliva. La oferta elevaba de 625.000 toneladas anuales a 675.000 la cantidad de aceite con derecho a subvención, incluyendo las ayudas a la aceituna de mesa. El macroconsejo de ministros europeos de Agricultura se mantuvo ayer en barbecho: no hubo reunión oficial y la negociación se desarrolló en reuniones bilaterales. España también cree "insuficientes" las ofertas en plátano, cáñamo y tabaco.

Este rechazo es lógico. Se trata de la primera propuesta de compromiso, y hoy por la mañana se presentará la segunda -la que provocará la verdadera negociación final- a partir de las peticiones presentadas por cada país en sus reuniones bilaterales con la presidencia, en presencia de la Comisión Europea.La propuesta ofrecida ayer a España en el aceite de oliva corrige la cantidad inicial de 625.000 toneladas para situarla en 675.000, muy lejos de las 790.000 toneladas exigidas por la ministra De Palacio en sus bilaterales. De esta cantidad, unas 32.000 toneladas corresponden a las ayudas prometidas por el comisario Franz Fischler para la aceituna de mesa. El resto es una oferta política, sin que se especifique el origen del aumento.

España está jugando varias bazas para lograr un aumento suplementario. La primera tiene el apoyo de la Comisión Europea y consiste en reducir en un 5% el precio de las ayudas propuesto por Bruselas para las ayudas por kilo y poder aumentar así la cantidad de aceite a subvencionar sin originar más gasto. Eso permitiría incrementar en unas 42.000 toneladas la cantidad máxima garantizada. Si se aplican las cuotas nacionales defendidas por Bruselas (a España le adjudica el 40,01%), el aceite español tendría derecho a 17.000 toneladas adicionales. Lo que no está claro es si la propuesta de 675.000 toneladas incluye ya ese incremento o se elevaría a 692.000.

La segunda baza española que cuenta con el apoyo de Fischler es que los sobrantes de ayuda en un país no se puedan reservar para el año siguiente y se repartan entre los demás. Esta idea cuenta con la oposición del resto de productores (Italia, Grecia, Portugal y Francia), pero puede suscitar el apoyo de los países del norte porque es presupuestariamente neutra. La presidencia ha sugerido que parte del sobrante se reserve y el resto se reparta. Pero el aislamiento de España y de la Comisión en este tema hace pensar a fuentes de este organismo que el reparto, en caso de aprobarse, exigirá reservar para el país afectado algo más de la mitad de las ayudas sobrantes, entre el 50% y el 60%.

La última y más importante baza española es convencer a los países no productores de que acepten un incremento del gasto común. Alemania y Francia ya han dejado claro que se oponen, pero otros han empezado a aceptarlo dada la magnitud política del problema. Es el caso sobre todo de Austria (que ocupará la próxima presidencia de turno y está especialmente interesada en que el conflicto quede cerrado durante ese semestre), de Bélgica y, con menos entusiasmo, también de Holanda.

Fuentes de la Comisión Europea insisten en que hay margen para incrementar "ligeramente" las ayudas, aunque señalan que eso obligaría a España a votar a favor de la reforma. Algo que ahora mismo parece difícil porque los técnicos estiman que la oferta final, aunque superará la barrera de las 700.000 toneladas, apenas se acercará a las 750.000. Y éste parece el umbral que se ha fijado el Gobierno para considerar políticamente vendible el acuerdo ante la opinión pública española.

España pide también que se mantengan las ayudas al precio de intervención, pero "hasta ahora no han hecho mucho énfasis, y la delegación española ha centrado sus exigencias en aumentar la cantidad final de aceite con derecho a ayudas", señalan fuentes comunitarias. El comisario Fischler sigue defendiendo la supresión de ese mecanismo. "España no tiene argumentos para defender lo contrario porque es contradictorio decir que no va a sobrar aceite en el mercado y al mismo tiempo pedir protección para cuando sobre", opinan fuentes cercanas al comisario.

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