El nacionalismo vasco, en 'Memoria del 98'
En tomo a 1898 la sociedad vasca presentaba la pluralidad de culturas propia de una sociedad moderna. Las mismas que hoy, en el País Vasco posindustrial de un siglo más tarde, se disputan el protagonismo político y son herederas directas de la gran fractura social del pasado fin de siglo. Esta es la tesis del artículo de Jon Juaristi que abre el capítulo 17 de Memoria del 981 dedicado al nacionalismo vasco y que mañana lunes se entrega con el ejemplar de EL PAÍS.Patxo Unzueta pasa revista a la figura de Sabírio Arana, fundador del PNV, del que afirma que "los conceptos que empleó en su ...
En tomo a 1898 la sociedad vasca presentaba la pluralidad de culturas propia de una sociedad moderna. Las mismas que hoy, en el País Vasco posindustrial de un siglo más tarde, se disputan el protagonismo político y son herederas directas de la gran fractura social del pasado fin de siglo. Esta es la tesis del artículo de Jon Juaristi que abre el capítulo 17 de Memoria del 981 dedicado al nacionalismo vasco y que mañana lunes se entrega con el ejemplar de EL PAÍS.Patxo Unzueta pasa revista a la figura de Sabírio Arana, fundador del PNV, del que afirma que "los conceptos que empleó en su doctrina procedían del pensamiento político más reaccionario de la Europa finisecular". Unzueta señala que Arana tenía un "integrismo religioso hasta el activismo y obsesiones racistas hasta la crueldad. El padre del nacionalismo vasco adoptó algunos aspectos prácticos de su política a las circunstancias del momento, pero interiorizó vitalmente y nunca modificó los pilares de su doctrina: la fundamentación religiosa del patriotismo vasco y el rechazo racista del contacto Jon los españoles".
En ese sentido abunda el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad del País Vasco, Javier Corcuera, al afirmar que, según Arana, "mientras Euskadi fuera dependiente de España no podría dirigirse a Dios y ser católica en la práctica". Recuerda que el primer nacionalismo sostenía que el pueblo se define por la raza, y ésta no se puede regenerar si los euskadianos se mezclan con los maquetos. Sobre el PNV, Corcuera estima que la ambigüedad calculada entre la independencia y la reintegración foral permitió a ese partido una enorme expansión en sus primeros años de vida.
José Luis de la Granja, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad del País Vasco, en un artículo titulado La invención de la nación vasca, estima que Arana fue el padre de una patria vasca imaginada a la que llamó Euzkadi". Un amigo de Unamuno se ufanaba de que los vascos no databan; a este respecto, el historiador comenta que "la nación vasca sí data: Euzkadi es una creación ideológica de Sabino Árana, que ha cumplido un siglo de existencia".