Paralizada la mejora del doctorado
Sólo un 15% de los alumnos que se inscriben en un programa de doctorado acaba leyendo la tesis doctoral. Son los vocacionales, que aspiran a dar clases en la Universidad. El otro 85% se apuntan a los cursos por razones varias: el doctorado es más barato que un buen master, entretiene la espera hasta encontrar un trabajo o, simplemente, una vez terminado el curso, desisten de preparar la tesis porque no existen plazas va ' cantes de docentes.En diciembre de 1996, el pleno del Consejo de Universidades aprobó una reforma del tercer ciclo o doctorado, con la intención de mejorar la c...
Sólo un 15% de los alumnos que se inscriben en un programa de doctorado acaba leyendo la tesis doctoral. Son los vocacionales, que aspiran a dar clases en la Universidad. El otro 85% se apuntan a los cursos por razones varias: el doctorado es más barato que un buen master, entretiene la espera hasta encontrar un trabajo o, simplemente, una vez terminado el curso, desisten de preparar la tesis porque no existen plazas va ' cantes de docentes.En diciembre de 1996, el pleno del Consejo de Universidades aprobó una reforma del tercer ciclo o doctorado, con la intención de mejorar la calidad de las enseñanzas y de atraer a los alumnos. Proponía dos fases: un periodo formativo de un año de 32 créditos (320 horas) y elaboración de una tesina, al término del cual el alumno podía obtener el Título de Estudios Avanzados (TEA), con valor oficial. La segunda fase, de investigación: un año para redactar la tesis doctoral y la posterior defensa de la misma ante un tribunal, dirigido a los que quisieran ejercer como docentes, con el título de doctor.
El proyecto, novedoso para España pero inspirado en otros países de la Unión Europea, permite una mayor formación para los licenciados y, al mismo tiempo, una diferenciación clara entre los que eligen abandonar la Universidad con su TEA en la mano y los que optan por mantenerse en ella con su título de doctor y los otros títulos de posgrado o masters. La propuesta fue elevada al Gobierno, que todavía no ha actuado.
La segunda cuenta pendiente que tiene el Ministerio de Educación con el tercer ciclo se centra en la denominación de algunos títulos de doctor. Un licenciado que ha estudiado Física, por ejemplo, se apunta a un doctorado en la Escuela Superior de Ingenieros Industriales, y el Estado no ha solucionado qué título de doctor ofrecerle.
El Consejo de Universidades aprobó en el, verano de 1996 una salida: dar al alumno el título de doctor por la Universidad en donde haya cursado el doctorado, señalando en el mismo el nombre del programa y de la tesis realizados.