Frontal oposición a la reforma agrícola planteada por la Comisión Europea

La propuesta inicial de reforma de la Política Agrícola Común (PAC) presentada por la Comisión Europea cosechó ayer un rechazo prácticamente unánime de los países que componen la Unión Europea. Las críticas más rotundas partieron del ministro de Agricultura alemán, Jochen Borchert, quien aseguró que la propuesta "es inaceptable". Los países del sur centraron su rechazo por dejar fuera el vino, el aceite de oliva y el tabaco.

La reunión informal de ministros de Agricultura, que durante dos días se ha celebrado en la localidad luxemburguesa de Echternach, ha puesto de manifiesto que se av...

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La propuesta inicial de reforma de la Política Agrícola Común (PAC) presentada por la Comisión Europea cosechó ayer un rechazo prácticamente unánime de los países que componen la Unión Europea. Las críticas más rotundas partieron del ministro de Agricultura alemán, Jochen Borchert, quien aseguró que la propuesta "es inaceptable". Los países del sur centraron su rechazo por dejar fuera el vino, el aceite de oliva y el tabaco.

La reunión informal de ministros de Agricultura, que durante dos días se ha celebrado en la localidad luxemburguesa de Echternach, ha puesto de manifiesto que se avecina una nueva batalla agrícola. La propuesta de reforma de la Política Agrícola Común (PAC), presentada por el comisario de Agricultura, Franz Fischler, no logró más que críticas.El plan de Fischler, denominado Agenda 2000, prevé, como aspecto central, reducir los precios garantizados que Bruselas paga a los agricultores para el almacenamiento de sus productos en los sectores de la carne, los cereales y la leche. Este recorte es compensado en parte por un aumento de las ayudas directas a las rentas de los agricultores comunitarios.

Las críticas más duras las pronunció el ministro alemán. Jochen Borchert manifestó que "la reforma, tal como nos ha sido presentada es inaceptable. Hará falta modificarla si se quiere alcanzar el consenso".

La propuesta de Fischler tampoco hace felices a los países del sur. España, Italia, Portugal y Grecia criticaron el documento elabotado por la Comisión Europea por centarse única y exclusivamente en hebáceos, vacuno y leche, dejando de lado los productos mediterráneos pendientes de reforma: vino, aceite de oliva y tabaco.

En opinión de la ministra española del Agricultura, Loyola de Palacio, el documento no define claramente "lo que se quiere hacer con la agricultura comunitaria, pero se aventura a concretar demasiados detalles en la reforma de los únicos tres sectores concernidos".

De Palacio sostiene que el documento de la Comisión debería ser reelaborado "en el sentido de traducirlo en una garantía no sólo para los agricultores, sino también para los consumidores y debería plantear las orientaciones generales para el futuro de la agricultura y de las líneas presupuestarias".

Fuentes de la Comisión Europea reconocen que los únicos países que han mostrado su apoyo a la reforma han sido Suecia, Gran Bretaña y Finlandia.

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