Perejaume: "Cuando una metáfora funciona es tan firme como la tierra"

El artista inaugura una exposición en tres poblaciones catalanas

Un telón de cristal en el escenario vacío de un teatro; un cuadro pintado a la antigua en el que otro cuadro atraviesa el paisaje; una trompeta cuyo cuerpo central se enrosca formando la palabra signatura (firma en catalán). Son algunos de los múltiples elementos que forman parte de la exposición Girona, Sant Pol, Pineda i la Vall d'Oo, que mañana inaugura Perejaume en las poblaciones catalanas que le dan título. Según este artista, el conjunto puede leerse como un gran retablo contemporáneo cuya principal advocación es "el poder de la metáfora". "Cuando una metáfora funciona es tan firme como...

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Un telón de cristal en el escenario vacío de un teatro; un cuadro pintado a la antigua en el que otro cuadro atraviesa el paisaje; una trompeta cuyo cuerpo central se enrosca formando la palabra signatura (firma en catalán). Son algunos de los múltiples elementos que forman parte de la exposición Girona, Sant Pol, Pineda i la Vall d'Oo, que mañana inaugura Perejaume en las poblaciones catalanas que le dan título. Según este artista, el conjunto puede leerse como un gran retablo contemporáneo cuya principal advocación es "el poder de la metáfora". "Cuando una metáfora funciona es tan firme como la tierra misma", añade.

Cuando Perejaume (Sant Pol de Mar, Barcelona, 1957) habla de metáfora, se refiere más al mecanismo del lenguaje que permite modificar o dar otro sentido a la realidad que a la moraleja que puede extraerse directamente de la explicación de estas imágenes. Lo suyo, repite, es enredar las cosas, liarlas, intentar provocar la confusión y la contradicción. Reconoce que, por ejemplo, el telón de cristal que ha instalado en el teatro Municipal de Girona puede leerse por una parte como una referencia a la pintura -el cristal convierte el escenario en un cuadro enmarcado- y también como una reflexión sobre la incomunicación. O que el hecho de que en la instalación que presenta en la misma ciudad las letras que forman la palabra pintors (pintores) estén hechas una de sal y otra de azúcar permite una lectura rápida de su reflexión sobre el oficio de pintar. Perejaume, de hecho, sigue considerándose pintor pese a que gran parte de sus trabajos -instalaciones, acciones, fotografías, esculturas, objetos, poemas visuales, escritos...- no encajan en la definición tradicional de la pintura. "Es más cómodo así", comenta el artista. "La pintura está viviendo un momento muy complejo. Hay una cantidad inmensa de pintura, pero al mismo tiempo es un concepto como anacrónico. Está llena de contradicciones y en este sentido creo que refleja bastante nuestra época".

Pintura hecha de pinturas

En la parte de la exposición que se presenta en Sant Pol de Mar, su pueblo natal, Perejaume presenta una gran fotografía en la que aparecen todos los cuadros del fondo de arte del museo municipal -básicamente, obras de artistas del siglo XIX y principios del siglo XX-. Los responsables de este centro le permitieron trasladarlos a una montaña cercana para retratarlos todos juntos extendidos en un prado en pendiente formando una especie de retablo. La imagen va acompañada de otras pinturas del artista que imitan la pátina decimonónica y en las que el paisaje aparece atravesado por un cuadro.En todos los casos, el artista ha querido realizar obras que de alguna manera estén relacionadas directamente con el entorno o la historia de la población en la que se exhiben. Desde lo local, piensa Perejaume, pueden extraerse ideas generales. En Pineda de Mar, por ejemplo, ha retratado en un picado absoluto 12 pozos del término municipal y expone las fotografías recortadas dejando sólo el círculo de la oscuridad del pozo con el reflejo del agua en el fondo.

"Las cosas se representan a sí mismas", afirma el artista. "Intento poner en evidencia lo evidente. En el siglo XIX, en los paisajes siempre aparecían dos tipos de personajes: los trabajadores y otro tipo de gente, de aspecto más arreglado, que simplemente miraba u, ocasionalmente, señalaba algo con el dedo. Ha ganado. Es lo que hacemos ahora todo el día, mirar y señalar cosas con el dedo. Vivimos una realidad elaborada, diferente, a la del pasado, en la que el principal peligro, la selva, es este lenguaje artificioso que no controlamos".

En Oo, un valle pirenaico, el artista realizó a finales del pasado mes de junio una acción que él considera también integrada en la exposición, que acaba, según los lugares, entre el 13 y el 28 de septiembre. Quemó los residuos de la restauración de un antiguo retablo y, mientras el humo subía la montaña, Perejaume imaginaba que volvía a levantarlo. "Intento que todas las piezas de la exposición se comporten como los pigmentos de una gran pintura", concluye.

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