Crítica:MADRID EN DANZA

Aires nórdicos

Una sobria presentación y una excelente calidad de baile han avalado esta primera entrega en Madrid del conjunto que Martín Padrón dirige en las cercanías de París. Se nota muchísimo que el director-coreógrafo parte de su propia formación académica, de la que se ha ido desmarcando con liquidez hasta acercarse sin disimulos a una tendencia entre centroeuropea y nórdica. Es quizá esta querencia poética lo que le ha llevado a escoger la obra de Gómez, un paso a dos magnífico en su factura y empaque, que habla de soledades y convivencias. La pareja que baila intenta acercarse a un epicentro de som...

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Una sobria presentación y una excelente calidad de baile han avalado esta primera entrega en Madrid del conjunto que Martín Padrón dirige en las cercanías de París. Se nota muchísimo que el director-coreógrafo parte de su propia formación académica, de la que se ha ido desmarcando con liquidez hasta acercarse sin disimulos a una tendencia entre centroeuropea y nórdica. Es quizá esta querencia poética lo que le ha llevado a escoger la obra de Gómez, un paso a dos magnífico en su factura y empaque, que habla de soledades y convivencias. La pareja que baila intenta acercarse a un epicentro de sombras donde también puede estar la luz.Las otras dos piezas han salido de la mano de Padrón. La casa se inspira libremente en la Bernarda Alba de García Lorca, y las muy preparadas bailarinas dibujan unos caracteres que se acercan aún más al ambiente y estética a la escuela sueca de ballet moderno.

Martín Padrón Danse Compagnie

Martín Padrón Danse Compagnie du Plessis-Robinson. Fase a fase: coreografía: Antonio Gómez; música: L. Janacek. La casa: coreografía: Martín Padrón; música: Erwin Shulof. Bolero: M. Padrón/Maurice Ravel.

Para cerrar la velada Martín Padrón se ha atrevido con buenos resultados con el Bolero de Ravel. Si en principio la partitura parece exigir un tono coral, la habilidad del coreógrafo la lleva a una reducción a escala rigurosa y formato de cámara; ocho bailarines desarrollan esa especie de contínuo que no cesa hasta darle, siempre en abstracto, un toque final de gran brillantez e impacto.

Martin Padrón ha nucleado a su alrededor un grupo de artistas de distintas nacionalidades y formaciones, trabajando con ellos hasta conseguir una envidiable unidad en la ejecución.

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