La aceptación por el PP de la escuela en catalan enfría la crisis con CiU

El acuerdo alcanzado el viernes en secreto entre nacionalistas y conservadores en torno a la enseñanza en catalán ha permitido superar un primer escollo que había llegado a poner en peligro el pacto entre PP y CiU. Esto permitió a Jordi Pujol acallar ayer, en el consejo nacional de su partido, lasvoces de quienes le reclamaban mano dura con los populares en un asunto, el lingüístico, tan sensible para los nacionalistas. Pero el próximo día 20 volverá a ponerse a prueba la fortaleza del acuerdo cuando se someta a votación en el Congreso una proposición no de ley sobre la unidad ortográfica y fi...

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El acuerdo alcanzado el viernes en secreto entre nacionalistas y conservadores en torno a la enseñanza en catalán ha permitido superar un primer escollo que había llegado a poner en peligro el pacto entre PP y CiU. Esto permitió a Jordi Pujol acallar ayer, en el consejo nacional de su partido, lasvoces de quienes le reclamaban mano dura con los populares en un asunto, el lingüístico, tan sensible para los nacionalistas. Pero el próximo día 20 volverá a ponerse a prueba la fortaleza del acuerdo cuando se someta a votación en el Congreso una proposición no de ley sobre la unidad ortográfica y filológica entre el catalán y el valenciano.

Los nacionalistas arrancaron el pasado viernes de los conservadores una reconsideración a su posición contraria a que la nueva ley lingüística que elabora una ponencia parlamentaria recoja que la lengua vehicular de la enseñanza sea siempre la catalana. Se incorporará así a la ley el decreto de 1992 sobre inmersión lingüística. Este acuerdo se reflejará mañana cuando la ponencia reanude sus trabajos. A cambio, los nacionalistas dan por buena la versión del PP de que se trataba de una mala interpretación que se les atribuyera una posición favorable a una doble red escolar, una que enseñara en catalán y otra en castellano.Al término del consejo nacional de CDC celebrado ayer, Pujol admitió que, "evidentemente, la ley de la lengua podría llevar a una situación difícil" el pacto entre CiU y el PP. "Espero que no sea así, y no es éste nuestro deseo", precisó Pujol. "Si llega el momento en que debamos romper con el PP, ya llegará, pero no es éste un tema que nos ocupe ahora", agregó.

En la reunión a puerta cerrada del consejo nacional Pujol había calificado de "catastrofista" la intervención de un consejero que había criticado con dureza los resultados del pacto con José María Aznar y había reclamado que se pusiera un límite a la colaboración con el PP.

Pero el pacto entre CiU y el PP puede quedar de nuevo en evidencia cuando, el próximo día 20, la comisión de Educación y Cultura del Congreso vote una proposición no de ley sobre la unidad del catalán y el valenciano, presentada por un diputado de IU por Alicante y que cuenta con el apoyo de los nacionalistas catalanes y del PSOE. Es muy difícil que el PP, que necesita de Unión Valenciana para gobernar en Valencia, vote a favor. En el consejo nacional de CDC, tanto Pujol como otros dirigentes criticaron con dureza al PP por su oposición contraria a la unidad del catalán y el valenciano. Convergencia Democrática (CDC) ni propondrá ni apoyará una reprobación del presidente del Parlamento catalán, el socialista Joan Reventós. "No lo creo", contestó ayer Pujol al ser preguntado. El presidente de la Generalitat y de CDC, sin embargo, calificó de "error muy grave" que Reventós facilitara a Rafael Ribó (IC) la grabación de la última reunión de la ponencia que elabora la nueva ley de la lengua. La cinta fue utilizada por Ribó, el viernes, para demostrar que el PP se había opuesto frontalmente a la política de inmersión lingüística en las escuelas, algo que los conservadores negaban. Iniciativa y el PSC utilizaron esta crisis para denunciar el pacto de Pujol con Aznar.Pujol desmintió que sea inminente un acuerdo para la financiación de la sanidad. El diputado Francesc Homs se expresó mal cuando a mediados de la semana pasada aseguró. que el Gobierno presentaría una propuesta en un plazo máximo de diez días. Según Pujol, Homs quiso expresar un deseo, no una realidad.

Dirigentes nacionalistas están convencidos de que el PP utiliza este asunto, que es vital para las finanzas de la Generalitat, como prenda que garantice el apoyo de CiU a los Presupuestos Generales del Estado para 1998. Ayer, en el consejo nacional, se levantaron voces proponiendo que no se votaran los presupuestos si no había un acuerdo previo sobre la sanidad, nuevas transferencias y política lingüística.

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