Tribuna

El número Pi

El número Pi es digno de admiracióntres coma uno cuatro uno

todas sus cifras siguientes también son iniciales

cinco nueve dos, porque nunca se termina.

No permite abarcarlo con la mirada seis cinco tres cinco

con un cálculo ocho nueve

con la imaginación siete nueve

o en broma tres dos tres, es decir, por comparación

cuatro seis con cualquier otra cosa

dos seis cuatro tres en el mundo.

La más larga serpiente después de varios metros se inte

rrumpe

Igualmente, aunq...

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El número Pi es digno de admiracióntres coma uno cuatro uno

todas sus cifras siguientes también son iniciales

cinco nueve dos, porque nunca se termina.

No permite abarcarlo con la mirada seis cinco tres cinco

con un cálculo ocho nueve

con la imaginación siete nueve

o en broma tres dos tres, es decir, por comparación

cuatro seis con cualquier otra cosa

dos seis cuatro tres en el mundo.

La más larga serpiente después de varios metros se inte

rrumpe

Igualmente, aunque un poco más tarde, hacen las ser

pientes fabulosas.

El corte o de cifras que forman el número Pi

no se detiene en el margen de un folio,

es capaz de prolongarse por la mesa, a través del aire,

a través del muro, de una hoja, del nido de un pájaro,

Más información

de las nubes, directamente al cielo

a través de la total hinchazón e inmensidad del cielo.

¡Oh, qué corta es la cola del cometa, como la de un

ratón!

¡Qué frágil el rayo de la estrella que se encorva en cual-

quier espacio!

Pero aquí dos tres quince trescientos noventa

mi número de teléfono la talla de tu camisa

año mil novecientos setenta y tres sexto piso

número de habitantes sesenta y cinco céntimos

la medida de la cadera dos dedos la charada y -el código

en la que mi ruiseñor vuela y canta

y pide un comportamiento tranquilo

también transcurren la tierra y el cielo

pero no el número Pi, éste no,

él es todavía un buen cinco

no es un ocho cualquiera

ni el último siete

metiendo prisa, oh, metiendo prisa a la perezosa eter-

nidad

para la permanencia.

Traducción: Pequeños anuncios, Elzbieta Bortkiewiez. El número Pi, Fernando Presa González.

Pequeños anuncios

Se buscan personaspara llorar

por los ancianos que en los asilos mueren. Sírvanse

presentarse sin referencias

ni solicitudes por escrito.

Los papeles serán destruidos

sin acuse de recibo.Cualquiera que conozca el paradero

de la compasión (fantasía del alma)

-¡que avise! ¡que avise!

Que lo cante a voz en grito

y baile como si perdiera la razón

jubiloso bajo el frágil sauce

eternamente a punto de echarse a llorar.Enseño a callar

en un idioma cualquiera

por el método de contemplar

el cielo estrellado, las quijadas del sinantropus,

el salto del saltamontes,

las uñas del recién nacido,

el plancton,

el copo de nieve.Devuelvo al amor.

¡Atención! ¡Ganga!

En la hierba de antaño,

bañados al sol hasta el cuello

mientras baila el viento

(maestro bailarín de vuestros cabellos).

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