Medio billón para la Seguridad Social y 75.000 millones más para Sanidad

La Seguridad Social, la Sanidad, los intereses de la deuda y la! transferencias a las comunidades autónomas, representan otra vez el gran bloque de gasto ineludible que exige el sacrificio de la inversión pública y de los sueldos de los funcionarios. Las reformas llevadas a cabo al respecto o incrementan e¡ gasto (financiación autonómica), apenas lo rebajan (Pacto de Toledo sobre pensiones) o no permiten reducir el déficit (el ahorro en Sanidad aumentará el gasto en esta partida).En SS, el Gobierno ha seguido en la línea de incrementar los préstamos cada año para cubrir los desfases pasados y ...

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La Seguridad Social, la Sanidad, los intereses de la deuda y la! transferencias a las comunidades autónomas, representan otra vez el gran bloque de gasto ineludible que exige el sacrificio de la inversión pública y de los sueldos de los funcionarios. Las reformas llevadas a cabo al respecto o incrementan e¡ gasto (financiación autonómica), apenas lo rebajan (Pacto de Toledo sobre pensiones) o no permiten reducir el déficit (el ahorro en Sanidad aumentará el gasto en esta partida).En SS, el Gobierno ha seguido en la línea de incrementar los préstamos cada año para cubrir los desfases pasados y futuros. Los Presupuestos 1997 prevén dos préstamos a la SS por medio billón. El primero, de 150.000 millones, se destinará a "atender las prestaciones no contributivas, servicios sociales y complementos para mínimos". El segundo, de 350.000 millones, es "para cubrir posibles desfases de Tesorería durante el próximo ejercicio".

La Sanidad es otro de los pozos sin fondo. El Gobierno se niega a reconocer un déficit oculto y acumulado de más de 200.000 millones, como exigía CiU en las negociaciones del Presupuesto, pero admite que la financiación de esta partida es insuficiente. El presupuesto de Sanidad aumentará el 6% a lo que se añadirán 75.000 millones derivados de las dos únicas medidas de ahorro previstas: la congelación salarial y el recorte de los márgenes de distribuidores y fabricantes.

El nuevo modelo de financiación autonómica tira cada vez más del Presupuesto. El coste del nuevo modelo ronda los 200.000 millones entre 1997 y el 2001. El mayor impacto presupuestario se notará a partir de 1998, cuando la Administración central tenga que liquidar cuentas con las autonomías.

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