Turismo de solidaridad en la 'hamada'

¿Qué quieres ser de mayor? "Española", contesta una preciosa muchacha de 13 años que ha pasado un par de temporadas en un pueblo de Valencia y en otro de Barcelona. Su madre entiende la respuesta, la mira y la niña cambia de opinión. "No, no, vivir en España, pero como maestra de niños saharauis". Parece la máxima aspiración del tropel de niños que rodea al visitante reclamando caramelos. "¿Tú tienes un niño saharaui?", interrogan sin descanso. Ante la respuesta negativa, preguntan: "¿Y por qué?".IBI. origen de esta curiosa expectativa infantil tiene su lógica en la actividad desplegada por mú...

¿Qué quieres ser de mayor? "Española", contesta una preciosa muchacha de 13 años que ha pasado un par de temporadas en un pueblo de Valencia y en otro de Barcelona. Su madre entiende la respuesta, la mira y la niña cambia de opinión. "No, no, vivir en España, pero como maestra de niños saharauis". Parece la máxima aspiración del tropel de niños que rodea al visitante reclamando caramelos. "¿Tú tienes un niño saharaui?", interrogan sin descanso. Ante la respuesta negativa, preguntan: "¿Y por qué?".IBI. origen de esta curiosa expectativa infantil tiene su lógica en la actividad desplegada por múltiples municipios españoles en programas de acogida de este colectivo de refugiados. La mayor parte de las organizaciones humanitarias presentes esta semana en los campamentos de Tindtuf era española. Una forma de ayuda que incluye, en casos muy escogidos, una visita de vuelta de los padrinos españoles a la familia del niño acogido.

Pero sólo cuando está así preparado por quienes mandan -organizan- en la RASD. Un hombre se acercó el martes al campamento vallado, de los visitantes con la intención de dar las gracias a la mujer que había acogido a su hijo los últimos veranos y que sabía que estaba allí. No le dejaron pasar y le invitaron a volver inmediatamente a su daira (municipios en los que se divide cada wilaya). Patxi Larrauri, concejal del PNV en Sodupe (Vizcaya), acudió a Tinduf, entre otras cosas, para ver el resultado del acuerdo de hermanamiento de su pueblo con una de las dairas de la RASD. Le dijeron que no se preocupara, que la ayuda llegaba sin contratiempo, pero que, lamentablemente, no estaba prevista esa visita.Un médico cooperante que pidió mantener el anonimato fue más allá. Relató que la ayuda que enviaron el año pasado llegó caducada. ¿Qué pasó en el camino? Él quiere pensar otra cosa, pero no falta quien dice que muchos paquetes se intentan vender antes en países vecinos.

Maribel y Pilar, dos concejalas del PSOE, no albergan lugar para la duda. Han visto el resultado de su ayuda y quieren continuar.